El canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde, afirmó hoy que el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) «es una organización terrorista, diga lo que diga el Parlamento Europeo».
García Belaúnde se presentó hoy de urgencia ante el pleno del Congreso peruano, convocado para explicar la decisión del Parlamento Europeo de rechazar la inclusión del MRTA en su lista de organizaciones terroristas.
El canciller recordó que su padre, el jurista Domingo García Rada, fue víctima de un atentado terrorista cometido por Sendero Luminoso hace 26 años.
Explicó que la decisión de hoy no es vinculante, porque este tipo de medidas las toma el Consejo Europeo.
García Belaúnde aseguró, además, que la aprobación fue impedida por la intervención de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) de Perú, que supuestamente envió una carta que hizo cambiar la decisión de parlamentarios socialistas europeos, sobre todo italianos.
«Nosotros hemos ido actuando sobre el Consejo y no sobre el Parlamento, que eso quede claro, y lo hacemos porque es el Consejo el que tiene que tomar la decisión», añadió.
La medida del Parlamento Europeo fue criticada por miembros de las distintas bancadas parlamentarias peruanas, que fueron los que pidieron la citación de urgencia de García Belaúnde.
El congresista fujimorista Rolando Sousa acusó a las «organizaciones mal llamadas de derechos humanos» de haber intervenido para impedir que se apruebe la solicitud.
«Hoy día el Parlamento Europeo, de espaldas a la realidad del país donde tiene una reunión la próxima semana, ha dicho a ese país y a este Congreso que el MRTA no es considerado terrorista. Nosotros protestamos», afirmó Souza.
El también parlamentario fujimorista Carlos Raffo acusó al presidente de Aprodeh, Francisco Soberón, de tener «una actitud cómplice con el MRTA».
La solicitud figuraba en una enmienda al informe sobre la cumbre de jefes de Estado de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) que se celebrará el próximo mes en Lima y estaba suscrita por los eurodiputados del Partido Popular Europeo (PPE) José Ignacio Salafranca y Fernando Fernández.
Su objetivo era solicitar al Consejo de la Unión Europea que estudie «la posibilidad y viabilidad de incluir al MRTA en la lista de organizaciones terroristas» de la UE.
Fue rechazada en el pleno de la Eurocámara por 271 votos a favor, 275 en contra y 16 abstenciones.
Al respecto, el ministro peruano de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, coincidió en que la decisión no modifica para los peruanos el carácter terrorista de las acciones del MRTA.
«No nos quedemos en el asunto de si se dijo o no, el MRTA es un movimiento subversivo terrorista y esto queda claro para nuestra legislación nacional y todas nuestras autoridades», afirmó.
El vicepresidente primero de Perú, Luis Giampietri, pidió al Congreso que se convoque a una «sesión de protesta» contra la decisión europea y recordó que él fue uno de los rehenes del MRTA en la residencia del embajador japonés en Lima en 1997.
«He vivido la experiencia de dormir en el suelo, en medio de las ratas y cucarachas, y comiendo lo que nos daban. Si eso no es terrorismo, ¿qué cosa lo es?», declaró el también congresista.
Giampietri aseguró que la decisión del Parlamento Europeo no solo «es declarativa», porque puede permitirle al MRTA volver a entrar en una etapa de beligerancia.
«Ellos podrían recibir ropa, uniformes y dinero», aseguró.
El vicepresidente, que es un almirante retirado acusado por organizaciones de derechos humanos de haber participado en 1986 en la matanza del Frontón, donde murieron más de 200 presuntos terroristas, también acusó a Soberón de haber intervenido.
«El señor Soberón es un conspicuo agitador de masas, a quien un día el Estado tendrá que pasarle la cuenta», señaló.
El MRTA protagonizó su última gran acción armada en diciembre de 1996, cuando secuestró a decenas de personas en la residencia del embajador japonés en Lima, que concluyó cuatro meses después con el rescate de los rehenes y la muerte de los 14 subversivos.
