(PL).- Tal como se esperaba, Hillary Clinton venció ayer de forma abrumadora en las primarias de Virginia del Oeste al imponerse a su adversario por la nominación demócrata, Barack Obama, por 67% a 26%. Sin embargo, la victoria de la ex primera dama llega demasiado tarde y, con toda probabilidad, no será capaz de cambiar la dinámica de la contienda, que favorece a Obama.
De hecho, la mayoría de los medios de comunicación ya consideran al senador afroamericano al candidato virtual de los demócratas.
«Gracias a esta gran victoria estoy más dispuesta que nunca a continuar la lucha por la nominación», dijo Hillary a sus seguidores, congregados en su cuartel general para celebrar su victoria. «Estoy en esta contienda porque creo que soy la candidata más potente… y puedo llevar este partido en las elecciones generales si vosotros me conducís a la victoria», agregó Clinton.
Habrá que ver hasta qué cierto punto sus seguidores continúan creyendo en sus opciones, algo que necesita para poder competir en las cinco primarias que faltan. Una de las primeras frases que ha pronunciado en su discurso Hillary ha sido para pedir a sus fieles que hagan nuevas donaciones económicas a su campaña, pues se calcula que acumula unos deudas de 20 millones de dólares, unos 13 millones de euros.
Virginia del Oeste es uno de los estados más pobres del país y, entre los demócratas, predominan los votantes blancos de clase obrera, uno de los grupos que ha apoyado de forma más fiel a Hillary durante todo el ciclo de primarias. Si a eso sumamos el hecho de que Obama apenas hizo seis horas de campaña en este estado, mientras que Hillary lo recorrió de punta a punta durante una semana, el resultado no es sorprendente.
Pocos delegados para sumar
Con menos de dos millones habitantes, Virginia del Oeste sólo escogía hoy 28 delegados. De ahí que, gracias a su ventaja de alrededor de unos 170 delegados, durante los últimos días, Obama se haya podido permitir el lujo de empezar a preparar la campaña para las elecciones de noviembre. El senador de Illinois sólo necesita conseguir el 30% de los delegados y superdelegados aún por distribuir para asegurarse matemáticamente la nominación.
A la misma hora que Hillary realizaba su victorioso discurso en Virginia del Oeste, Obama estaba realizando un mitin en Missouri, que dedicó sobre todo a hablar de sus planes para revitalizar la economía del país, y a criticar a John McCain, cuya victoria, dijo, supondría
