El Gobierno de Ecuador aseguró ayer que la reanudación de las relaciones diplomáticas con Colombia podría darse si Bogotá baja «a cero» lo que denominan la «ofensiva mediática» y cesan las versiones sobre supuestos vínculos del Ejecutivo ecuatoriano con la guerrilla de las FARC.
«Mientras Colombia continúe su ofensiva mediática y política, no habrá reapertura de relaciones», aseguró el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, en declaraciones al portal informativo de internet Ecuadorinmediato.
«No creemos que podamos reabrir relaciones con un país que mantiene un ataque sistemático y permanente a otro país; por lo tanto, Colombia debe bajar la intensidad de su ataque y llegar a cero, y nosotros haríamos exactamente lo mismo», dijo Larrea.
Asimismo, señaló que, la reanudación de las relaciones no supone que Ecuador deje de lado las demandas contra el Ejecutivo de Bogotá, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), y las indagaciones sobre la incursión militar colombiana del pasado 1 de marzo en territorio ecuatoriano.
En esa fecha, Colombia bombardeó un campamento clandestino que las FARC habían instalado en la selva ecuatoriana y en el cual fallecieron 26 personas, entre ellas el portavoz internacional de las FARC, «Raúl Reyes».
Ese hecho también causó la aireada reacción de Ecuador, que rompió relaciones diplomáticas con Colombia por la violación de su territorio.
Para Larrea, el hecho que Colombia no haya entregado la información requerida por Ecuador sobre la operación militar, «implica el poco interés que tiene el Gobierno colombiano de reabrir las relaciones» diplomáticas.
Sobre la situación de tensión en la zona fronteriza, Larrea dijo que podría crearse una misión de observadores de países amigos, la cual, dijo, sería inicialmente militar «para evitar cualquier tipo de nivel de violencia en la frontera, cualquier escaramuza que se pudiera producir» en esa región.
Larrea se refirió también a la acusación de la Fiscalía colombiana contra su hermano, Marcelo, un político ecuatoriano de izquierda, por sus supuestas vinculaciones con las FARC.
