El presidente de Bolivia, Evo Morales, suspendió ayer un viaje a la sureña ciudad de Tarija debido a que un grupo opositor bloqueó la salida del aeropuerto para impedir que realice un acto político a cuatro días del referendo autonomista convocado en esa región.
(EFE).-Una fuente de Palacio confirmó a Efe que Morales suspendió el viaje previsto a medio día, pero en su lugar viajará a Tarija un grupo de ministros para cumplir con los actos programados con sectores campesinos que le son leales en ese departamento.
Es la tercera vez en una semana que Morales no cumple con su agenda de viajes por protestas similares, como las que se produjeron hace pocos días en una zona rural del departamento de Santa Cruz y en la localidad de Villamontes, también situada en Tarija.
El fin de semana pasado, el Gobierno se vio obligado a trasladar desde Villamontes a un recinto militar situado en la vecina Yacuiba un acto oficial para rendir homenaje al cese de hostilidades en la guerra del Chaco con Paraguay, librada entre 1932 y 1935.
A esos actos asistieron el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, y el mandatario electo del mismo país, Fernando Lugo.
El mes pasado, el presidente izquierdista tampoco pudo reunirse con sus bases en la ciudad de Sucre, capital de Chuquisaca y del país, donde los opositores agredieron al Ejército que custodiaba un estadio donde debía hacer un mitin y humillaron a indígenas seguidores del mandatario.
Los medios de comunicación mostraron hoy que el aeropuerto de Tarija amaneció resguardado por el Ejército, pero las calles adyacentes fueron cortadas por manifestantes contrarios al Gobierno.
El presidente del Comité Cívico tarijeño, el opositor Reynaldo Bayard, dijo al canal de televisión Unitel que el grupo continuará «en vigilia» durante todo el día de hoy en la terminal aérea.
«Consideramos que el acto que quiere hacer el Presidente es una provocación», dijo Bayard al protestar porque, a su juicio, Morales encabezaría un mitin «de campaña política» contra el referendo sobre estatutos autonomistas convocado para el próximo domingo.
El prefecto (gobernador) de Tarija, el también opositor Mario Cossío, aseguró que él garantizaba la visita de Morales «en la medida» en que haya «consideración y respeto» al pueblo tarijeño.
Incluso dijo que invita a Morales a dialogar «para explicarle de qué trata la autonomía» que promueven los líderes de la región, donde está el 85 por ciento de las reservas del gas del país.
Consultas similares a la que hará Tarija el domingo se realizaron en Santa Cruz, Beni y Pando con una aprobación mayoritaria de estatutos autonomistas que el Gobierno califica de «inconstitucionales» y «secesionistas».
El fondo del conflicto político son las discrepancias entre el proyecto de nueva constitución que promueve el oficialismo y que choca con los procesos autonomistas de las cuatro regiones citadas.
Todos los intentos de diálogo para resolver la crisis política han fracasado hasta ahora, pese a la participación de delegados gubernamentales de Argentina, Brasil, Colombia, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Iglesia Católica boliviana.
