(PD).-La prensa marroquí elogia la labor de la policía fronteriza de Marruecos de las avalanchas de «sin papeles» que asaltaron Melilla. Le Matin denuncia el endurecimiento de la políticas de inmigración de ZP: “Madrid propone la salida voluntaria. A los emigrantes en paro se les ofrecen ‘zanahorias’ que provocan aprensión” y afirma en un editorial que «Marruecos no es el vigía de Europa”.
En un artículo firmado por Tahar Abou El Farah afirma que “Madrid propone la salida voluntaria. A los emigrantes en paro se les ofrecen ‘zanahorias’ que provocan aprensión”
“¡Confusión y aprensión! El plan español de regreso voluntario de los inmigrantes alimenta las inquietudes de la comunidad marroquí residente en ese país. El proyecto ha sido puesto en marcha y acaba de ser estudiado en el último consejo de ministros de Luís Rodríguez Zapatero el pasado viernes. La sociedad civil se moviliza. La ATIME (Asociación de Trabajadores Marroquíes en España), acaba de lanzar una advertencia. En un comunicado difundido el pasado fin de semana, expresa su inquietud y su preocupación ante este plan y en cuanto a la evolución del tema de la situación de los inmigrantes marroquíes en España”.
“Llama a estos últimos a que no responder ‘a los cantos de sirena del gobierno de este país’, y eso a pesar de las numerosas ‘zanahorias’ aportadas al plan. Y las ‘zanahorias’, están presentes en gran cantidad. El proyecto del plan, que aún no ha sido validado por las dos cámaras del Parlamento español, propone una retribución contante y sonante a cualquier inmigrantes que hubiese escogido regresa a su país. La oferta es tentadora. Los inmigrantes que se decidan a responder a ella pueden ingresas lo que les corresponde del paro en dos tiempos. 40% tras firmar el compromiso del retorno y el 60% una vez en su país de origen. Ninguna cifra ha sido hecha pública pero se habla de una cantidad que va desde los 5.000 a los 10.000 euros… Por parte del Gobierno, el departamento de Jamal Rhmani niega cualquier contacto con las autoridades españolas”.
Asimismo, en un editorial titulado “Emigración: Marruecos no es el vigía de Europa” elogia la labor de las fuerzas policiales marroquíes:
“Cerca de 58 subsaharianos, de diversas nacionalidades africanas, intentaron el sábado forzar las cercas que sirven de frontera a para pasar, costase lo que costase, al presido de Melilla. Escogieron el puesto fronterizo de Beni-Ansar, en Nador, e intentaron tomar al asalto la línea de separación, con el riesgo de enfrentarse a las fuerzas de seguridad. La policía, los guardias de vigilancia se lo impidieron”.
“Un comunicado de la Dirección de la Migración y de Vigilancia de Fronteras del ministerio del Interior precisa que ‘gracias a la vigilancia de los funcionarios en su puesto, esta tentativa fue abortada’, precisando que ‘hubo siete casos de desmayo y los interesados fueron evacuados al hospital de Nador para cuidados leves’. Conciso y claro, el texto del comunicado tiene el mérito de acompañar la medida de abortar el asalto que los asaltantes intentaron desesperadamente el sábado. Por el interés de anticipar, también marca la voluntad de las autoridades, cada vez más clara, de decir la verdad e informar a la opinión pública”.
“La inmigración clandestina, pues de ella se trata, es un problema grave que no deja de movilizar los poderes públicos y a los Estados. Para Marruecos, tiene una particular dimensión, pues nuestro país es una encrucijada de caminos para África, el Magreb y, sobre todo, Europa que continúa a representar el inalcanzable espejismo para los jóvenes subsaharianos”.
