Fue una boda de película. En diciembre de 2006, el popular comediante Matt Lucas llegaba al lujoso Whitehall Banqueting Hall de Londres vestido de Aladino, tras la ceremonia civil en la que contrajo matrimonio con el productor Kevin McGee, que apareció disfrazado de príncipe encantado.
Cuenta C. E. en El País que, tan sólo 18 meses después, la estrella de Little britain protagoniza el primer divorcio de una pareja gay famosa en el Reino Unido.
Lucas ha escogido el mismo bufete de abogados que llevó los sonados divorcios de Heather Mills y Paul McCartney y la princesa Diana de Gales y Carlos de Inglaterra.
Un comunicado conjunto del bufete Mishcon de Reyas y Withers LLP, que representa a McGee, dice que se trata de una separación «amistosa» y que «tanto Matt como Kevin están muy apenados por lo sucedido y piden respeto a la prensa porque quieren proteger su intimidad».
Este divorcio sentará precedentes, pues es el primero que se produce tras la aprobación en 2005 de la ley que permite las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Aún queda por delante el acuerdo o desacuerdo económico y se desconoce si Lucas y McGee, que comparten una casa valorada en dos millones de euros, firmaron un acuerdo prenupcial. Se estima que la fortuna de Lucas ronda los 20 millones de euros, y según un abogado consultado por The Independent «una unión civil es lo mismo que un matrimonio. Las parejas tienen los mismos derechos y obligaciones y eso incluye las finanzas».