El volcán Tungurahua, situado en el centro andino de Ecuador, experimentó ayer dos breves pulsos de alta actividad, sobre todo con la emisión de ceniza, que ha afectado a varios poblados vecinos, informó ayer el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
(EFE).-Las exhalaciones de gas y ceniza formaron nubes que ascendieron a unos seis kilómetros de altitud y que, por efecto del viento, se dirigieron al oeste y suroeste del volcán.
La ceniza se depositó en poblaciones vecinas como Bilbao, El Manzano y Choglontús, y en varias zonas agrícolas, lo que perjudicó a muchos campesinos que tienen cultivos en sectores aledaños.
También las lluvias que han caído en la zona han generado flujos de lodo en las quebradas del flanco occidental de la montaña, como las de Juive, La Pampa y El Viejo Minero, pero no interrumpieron el tránsito en la principal carretera que cruza por un costado del volcán.
Según el último informe técnico del Instituto Geofísico, en las últimas 24 horas se han registrado, además, 20 seísmos leves de «largo periodo» relacionados con el movimiento de fluidos en el interior del volcán, y ocho temblores producidos por las emisiones de gas y ceniza.
Algunas de esas emisiones fueron acompañadas con fuertes ruidos que surgían del interior de la montaña, y que hicieron vibrar los cristales de las ventanas de algunas casas ubicadas en poblados cercanos.
El Instituto Geofísico mantiene una vigilia permanente del Tungurahua, en cuyas cercanías habitan más de 20.000 personas.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud, y situado a 135 kilómetros al sur de Quito, es uno de los más activos del país.
Este volcán inició su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de gran actividad y lapsos de relativa calma.