Un vestido «demasiado sexy» fue la perdición de la mexicana en Miss Universo

Elisa Nájera era la más bonita, la más distinguida, la más segura, la más preparada, la más adecuada. Elisa era Miss Universo y esto no va en contra ni de Venezuela, ni de Colombia, ni de República Dominicana pero nada que ver en nada.

Era perfecta. Punto. Elisa había sido la mejor representante que los mexicanos habíamos tenido en años. Pero el vestido de gala «demasiado sexy» que usó, le restó puntos para llevarse la corona, que ganó la venezolana Dayana Mendoza.

Nájera, una belleza de pelo oscuro que quedó quinta y fue reconocida como el mejor cuerpo en traje de baño, vistió un traje con reminiscencias de odalisca, que consistía en una parte superior escotada y transparente con aplicaciones brillantes y una falda blanca larga.

Según la prensa mexicana, pensaba usar en la final el mismo vestido de gala amarillo que vistió en la semifinal. Sin embargo, como Miss Venezuela iba a estar tambiÙn de amarillo, decidió cambiar a último momento.

La belleza mexicana se pasó de sexy.

«El riesgo de la seductora, cuando enseña de más, es caer en la vulgaridad», dijo al diario «Reforma».

«Se supone que las misses, en teoría, deben ir con el vestido con el que pretenden ser coronadas, y el vestido de ella no era para eso, definitivamente»

La especialista señaló que, además, las sandalias que escogió le quedaban chicas y el pie se le salía del zapato. «Son puntos en contra, porque el jurado te revisa hasta la muela si te ríes».

México, que acogió el concurso el año pasado, sólo ha tenido una Miss Universo en la historia, en la persona de Lupita Jones, en 1991.

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