El Tribunal Supremo que juzga al ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) anunció ayer que ese proceso entra en su recta final con la convocatoria a las últimas cinco personas que serán interrogadas.
(EFE).-El presidente del tribunal, César San Martín, detalló al término de la audiencia de hoy que los próximos llamados a dar su testimonio son el ex general Juan Briones, ex ministro del Interior, y el ex vicepresidente del primer Gobierno de Fujimori, Máximo San Román.
Ambos personajes deberán acudir el próximo miércoles a la sala especial habilitada en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Dinoes), en el distrito limeño de Ate-Vitarte, donde Fujimori está recluido desde septiembre pasado, cuando fue extraditado por Chile.
San Martín reiteró que también han sido convocados de oficio el ex militar Jesús Sosa Saavedra, ex miembro del grupo militar encubierto Colina, el ex jefe de la policía antiterrorista Benedicto Jiménez y el ex asesor del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) Rafael Merino Bartet.
Sosa Saavedra está siendo procesado por la muerte de más de veinte personas y era conocido con el apelativo de «kerosene», porque quemaba los cuerpos de sus víctimas con ese combustible.
Jiménez fue el artífice del operativo de inteligencia policial que permitió la captura, en 1992, del líder y fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, mientras que San Román fue vicepresidente primero de Fujimori al inicio de su Gobierno, en 1990, pero después rompió todo vínculo con el ex presidente y pasó a la oposición.
Merino Bartet, por su parte, fue asesor de Alta Dirección del SIN durante el Gobierno fujimorista (1990-2000) y es considerado por muchos investigadores la «eminencia gris» tras las leyes e investigaciones que cumplió ese organismo.
Con la presentación de estas últimas cinco personas, el proceso oral a Fujimori, que comenzó en diciembre pasado, habrá reunido a un total de 82 testigos, convocados por la fiscalía, la parte civil, la defensa y el tribunal.
Según las previsiones de la fiscalía y la procuraduría, el tribunal puede tener lista la sentencia a Fujimori a mediados de noviembre próximo.
En la audiencia de hoy, el ex jefe de las Fuerzas Armadas Nicolás Hermoza Ríos negó que durante su mando existiera una estrategia militar paralela contraria a las normas dictadas por el Gobierno, que en su opinión tendían a la pacificación y al entendimiento con la población civil.
Al término de la sesión, Fujimori pidió la palabra para reiterar que nunca recibió información sobre la existencia del grupo Colina y remarcó que el accionar de ese destacamento fue contrario a las políticas de lucha antiterrorista dictadas durante su gestión.
«En ningún momento ni (el ex asesor) Vladimiro Montesinos ni los ministros de Defensa y del Interior me informaron de la existencia de un grupo militar que realizaba operaciones clandestinas, que eran contrarias a la política de pacificación», remarcó.
Fujimori está siendo juzgado por su presunta responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, cometidas en 1991 y 1992, respectivamente, por el grupo Colina y por el secuestro y detención de un periodista y un empresario después del autogolpe de Estado que dio en 1992.
