(PL).- Ante las dificultades que a juicio del Gobierno entraña el voto en urna, sugiere implantar el voto electrónico en una comparecencia que iba a ser el debut de Pizarro, pero no lo fue.
Última comparecencia de un miembro del Gobierno en el Congreso de los diputados antes de las vacaciones de verano. Y cerró el curso parlamentario nada menos que la vicepresidenta. María Teresa Fernández de la Vega se presentaba ante la Comisión Constitucional para explicar la disposición del Ejecutivo a abordar reformas de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General para que los españoles residentes en el exterior puedan votar en urna.
Había cierta expectación porque la de este miércoles debía ser la primera intervención de Manuel Pizarro como portavoz del PP en dicha Comisión. Pero se quedó con las ganas, porque en vez de él tomaron la palabra sus compañeros Juan Carlos Vera y Celso Delgado. Según fuentes populares, todo asunto referido a la Ley Electoral queda en manos de Vera, puesto que es «el experto» en la materia y coordinador de Organización del partido.
En su intervención, Fernández de la Vega alertó de que, si el objetivo es reforzar las garantías del ejercicio del derecho a voto, no se pueden olvidar las «dificultades técnicas y jurídicas» inherentes al establecimiento de un sistema de voto presencial o en urna. Por ejemplo, explicó, para las elecciones generales sería necesario habilitar gran número de mesas electorales en las 157 demarcaciones consulares que mantiene España en la actualidad, y colocar en cada una de ellas 52 urnas para el Congreso y otras tantas para el Senado.
En cada mesa habría que garantizar la existencia de un juego completo de papeletas de todas las candidaturas concurrentes en cada circunscripción, y dotar a cada consulado de cabinas, manuales de mesa y otros elementos necesarios para la votación. Y en cada uno de los estados en los que España tiene representación diplomática habría que nombrar miembros de mesas electorales que en muchos casos tendrían que recorrer largas distancias a través de vías de comunicación de difícil tránsito.
Valerse de las nuevas tecnologías
Es por eso que la vicepresidenta consideró que las nuevas tecnologías pueden ser un instrumento válido a la hora de facilitar el voto de los españoles residentes en el exterior dotándolo de mayores garantías de rigor y confidencialidad. «Pueden constituir una buena herramienta de trabajo» -señaló- porque abren la puerta al voto presencial en urna electrónica o el voto electrónico por Internet, «sin menoscabo y en convivencia con el voto por correo, ya sea manteniendo el sistema actual o volviendo, si así lo deciden sus señorías, a la legislación de 1995 de voto rogado».
En todo caso, la vicepresidenta reiteró la voluntad del Ejecutivo de contribuir a mejorar las garantías de ese derecho acometiendo las reformas que sean consensuadas. A ser posible, por todos los partidos que componen el arco parlamentario.
Fernández de la Vega se refirió también a los convenios de reciprocidad con otros países para que sus ciudadanos puedan votar en las elecciones municipales españolas, y viceversa con los españoles residentes en ellos. Para ello, el Gobierno nombrará un embajador que se encargue de agilizar los trámites para suscribir esos convenios.
