(PL).- Hace un mes Barack Obama gozaba de una cómoda ventaja en las encuestas de nueve puntos. Acaba de culminar una durísima campaña de primarias dando la gran sorpresa el senador por Illinois al vencer a los poderosos Clinton, Hillary y Bill, algo que no estaba previsto por los analistas.
¿Qué ha sucedido para que las nuevas encuestas marquen un cambio de rumbo? En primer plano -como informó El Semanal Digital- estuvo el cruce de la crisis georgiana. Pero, sin embargo, ya hay datos en varios frentes que prometen emociones más fuertes aún que las vividas en esa pelea que hubo a cara de perro entre ambos senadores en las primarias.
La seguridad nacional se halla en el primer plano de esta recuperación de John McCain sobre Obama. El senador por Arizona, que siempre ha destacado por su carácter independiente y osado incluso frente a su propio partido, estuvo muy convincente. En las cuestiones claves de la seguridad nacional mostró su aplomo, dejando caer incluso sus críticas a la actual administración republicana sobre su falta de agallas en la relación con la Rusia de Dimitri Medvedev y Vladimir Putin.
El segundo asunto se centra en un escenario económico complejo. De forma también significativa las encuestas son aún más favorables a McCain sobre Obama. Su ventaja llega a ser de nueve puntos suscitando mayor confianza sobre las recetas necesarias para evitar que Estados Unidos se empantane en una recesión.
El tercer frente, que todavía es asunto más relevante, se centra en el grado de confianza de republicanos y demócratas en sus candidatos. Los datos de estas encuestas son reveladores. El apoyo a Obama descendió en sus propias filas -bajó nueve puntos, hasta un 74%- frente al aumento de las adhesiones a McCain con el apoyo del 81% de los republicanos.
En cuarto lugar se halla la de sus compañías elitistas. Obama comenzó su carrera como un outsider pero poco a poco su campaña agotadora frente a Clinton le atrapó en la vorágine que devoró a los Dukakis, Gore y Kerry. La percepción de muchos electores demócratas en Estados Unidos es la de que Obama vive distanciado de los problemas más acuciantes del día a día. Este asunto ha aparecido también en las encuestas.
McCain, luchador infatigable
Todo ello ha desencadenado un nuevo comienzo de la campaña. ¿Es que aún puede, tras el descrédito de George W. Bush, ganar la Casa Blanca un republicano? McCain así lo asegura a sus colaboradores. No le den por muerto.
Pese a sus problemas por la edad, financiación y equipo, el héroe de Vietnam es un luchador infatigable. Tanto es así que en Washington los analistas proyectan el escenario de una futura, y compleja cohabitación, entre un republicno en la Casa Blanca con un Congreso gobernador por los demócratas.
Este escenario ha convertido por tanto la elección del número dos de Obama en cuestión de enorme trascendencia para su candidatura. Junto a los otros candidatos de las quinielas, las grietas aparecidas en la candidatura de Obama han precipitado a un primer plano a Joe Biden. Se trata de una figura mítica en la escena política de Estados Unidos.
Con prácticamente cuatro dácadas en el Congreso, representante del pequeño estado de Delaware, este abogado de 66 años está al frente de la poderosa Comisión de Asuntos Exteriores del Senado. Biden quizás no era el favorito de Obama, pero los acontecimientos al menos le han precipitado a un primer plan del que sólo una sorpresa de última hora le puede desplazar.
