Más de 920.000 inmigrantes llegaron a España en 2007 pese a la crisis

(PL).- Las inquietudes del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en relación con la inmigración, contrapuesta al crecimiento constante y continuado del paro, alcanzan su dimensión más preocupante al conocerse los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En su Estadística sobre Migraciones Exteriores, correspondiente al año 2007, en plena eclosión de la crisis económica que tras varios meses larvada estalló de lleno en el mes de agosto, llegaron a España un total de 920.534 nuevas personas procedentes del extranjero.

Curiosamente, por sexo el número de inmigrantes es muy similar, cuando lo habitual es que sean mucho más abundantes los hombres que se desplazan.

Como explica Domingo Pérez en ABC, en ese apartado, el INE contabilizó a 502.168 varones por 418.366 mujeres. Asimismo, el informe, adelantado en parte por Efe, desvela cómo la inmigración se reparte España según preferencias sobre el destino final.

Así, se descubre que los europeos eligieron principalmente la Comunidad Valenciana y los iberoamericanos, Madrid, mientras que Cataluña, que fue la que globalmente recibió más inmigrantes, fue la preferida de africanos, asiáticos y oceánicos.

Los rumanos, a la cabeza
De todos los movimientos de extranjeros, 373.241 corresponden a ciudadanos europeos, de los cuales 69.600 se mudaron a la Comunidad Valenciana, 61.311 a Madrid y 57.049 a Cataluña.

La inmensa mayoría (344.821) resultaron ser originarios de los 27 miembros de la Unión Europea (UE), principalmente rumanos (174.149), una cifra casi cinco veces mayor que la del segundo país emisor, el Reino Unido (35.930).

Por lo que respecta al continente africano, un total de 109.615 personas originarias de esa zona del globo entraron a España. En su caso, prefirieron Cataluña (29.721), muy por encima de las siguientes Comunidades receptoras, que fueron Andalucía, a la que llegaron 18.466, y Madrid, donde lo hicieron 13.896.

Seis de cada diez africanos eran originarios de Marruecos (71.397) y uno de cada diez, de Senegal (10.261).

También Cataluña fue la Comunidad seleccionada de manera preferente por los asiáticos, de forma que acaparó casi a la mitad de los inmigrantes de este continente (17.742), más del doble de los que llegaron a Madrid (8.937).

China y Pakistán fueron, en este caso, las dos nacionalidades que protagonizaron el mayor número de desplazamientos migratorios con 16.437 y 8.122, respectivamente, del total de 39.754 llegadas a España desde Asia.

Procedentes de América, emigraron a nuestro país 284.772 personas. Fue Madrid la mayor comunidad receptora, con 79.175, seguida de Cataluña (66.978) y, muy por debajo, la Comunidad Valenciana (28.707). Bolivia y Colombia se convirtieron en los dos lugares mayoritarios de partida, con 46.055 y 35.690 personas, respectivamente.

Oceanía, por último, se decantó también por Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, regiones que acumularon más de la mitad del total de las personas originarias de este continente, la mayoría procedieron de Australia y Nueva Zelanda.

Cabe destacar que se desconoce la nacionalidad de 112.626 personas que efectuaron algún movimiento migratorio a España en 2007, la mayoría concentrados, en este caso, en Cataluña (24.034), Baleares (16.778) y Andalucía (12.837).

Por grupos de edad, el grueso de los inmigrantes se sitúan en las franjas de los 16 a 24 años (225.011) y de los 25 a los 34 (291.416). Llama la atención que con menos de 16 años, entraron en nuestro país un total de 142.096 individuos.

El perfil por lo que se refiere a los menores de edad corresponde a un joven de origen europeo (60.919) que llegó con su familia. De ellos 25.603 fueron de origen rumano. El otro lugar de nacimiento en orden de importancia es América (55.202), especialmente de Ecuador (11.286).

Persisten las motivaciones
Los datos de este estudio se complementan con los ofrecidos recientemente en la Encuesta Nacional de Emigrante del año 2007. De ésta, las conclusiones más interesantes señalaban que el 64,9 por ciento de los inmigrantes tenían trabajo en su país de origen antes de su salida hacia España (el 53,7 por ciento lo hacía como asalariado y el 11,2 como trabajador independiente o empresario).

Es decir, que pese a la crisis que ya empezaba a ser una realidad palpable, persistía el efecto llamada, lo que, según los expertos, ha seguido produciéndose durante 2008, pese a que las consecuencias de la recesión ya empiezan a ser más que notables, especialmente entre la población inmigrante trabajadora.

En este sentido, las principales motivaciones para venir a España fueron y siguen siendo, por este orden, la demanda de una mejor calidad de vida, la búsqueda de un empleo mejor o razones de tipo familiar.

Otra cuestión interesante e que en el momento de su salida el 13,4 por ciento de los inmigrantes casados tenían a su cónyuge residiendo ya en España. Por último, el medio de transporte más utilizado para entrar en España ha sido el avión (62,7 por ciento), seguido por los medios terrestres (coche y autocar).

Los inmigrantes que han arribado en cayucos o pateras apenas representan el uno por ciento del total.

VÍA ABC

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