Tiene tan sólo 24 años y tras el éxito de su single Mercy, a comienzos de este año, su vida ha cambiado radicalmente. Acaba de ser nominada en diversas categorías para los premios europeos de MTV: Mejor álbum del año, mejor single y artista revelación.
La reconocen en la calle, la señalan en los bares, la miran en lo restaurantes y ella no se siente cómoda.
Duffy ha perdido completamente el anonimato y eso la altera. Según sus palabras: «No estoy nunca tranquila y pienso: ¿puedo manejar esto? ¿quiero desaparecer?».
«Sería muy fácil convertirme en una reclusa. Lo que más me asusta de todo esto, es que veo que está recién comenzando. Estoy al límite, al borde de una colapso nervioso», dijo recientemente.
«El otro día entré a un restaurante en Italia y había 30 personas hablando de mí. No tengo idea de qué hablaban y eran encantadores. El personal también me dio una calurosa bienvenida y lo sentí. No quería dañarme de ninguna manera. Pero no siempre es así», añadió.
«A veces puede ser muy incómodo cuando tienes 15 chicos en una lado de un pub y un grupo de chicas al otro lado y todos quieren una fotografía contigo cuando lo único que quieres es tomarte algo».
«Esto no es normal y te hace sentir muy sola dentro de grupos muy grandes», reflexiona.
