Siguen juntos y dispuestos a defender su historia. El romance de la duquesa de Alba con Alfonso Díez revivirá un nuevo capítulo en vivo y directo cuando esta semana la pareja se reencuentre en Madrid.
Cuenta Beatriz Cortazar en ABC que la duquesa vuelve mañana a su palacio de Liria para la entrevista privada que tiene el jueves con la Reina Doña Sofía. En la capital de España permanecerá unos días para luego regresar a su querida Sevilla.
Este fin de semana ha sido su hija Eugenia quien la ha visitado para comer juntas el domingo, encuentro que plasmaron los reporteros que siguen cada paso de la duquesa desde que hizo pública su increíble historia de amor con Díez, el funcionario de 57 años que actualmente está en el INSS, organismo encargado, entre otras cosas, de dar las prestaciones a jubilados, pensionistas, ancianos inválidos…
Lo cierto es que, a pesar de los buenísimos consejos de cuantos la tratan y quieren para que continúe su amistad con Díez si así es feliz pero sin casarse, y si nada lo impide la duquesa y su novio preparan el que será su primer viaje de placer fuera de nuestras fronteras.
El destino es Egipto, un lugar único pero también agotador para hacer excursiones.
Desde que la aristócrata perdió el miedo a volar le encanta recorrer el mundo. Si antes lo hacía con su ex nuera María Eugenia Fernández de Castro con quien fue a Tailandia y la India, ahora es con Díez con quien planea este recorrido.
Dado el estado de la duquesa también le acompañará alguien de su absoluta confianza para que la asista y ayude, puesto que sus problemas de movilidad son cada día más molestos.
Por cierto, amigos de Díez Carabantes me cuentan que al funcionario le encantan las antigüedades y por eso disfruta enormemente visitando casas solariegas y palacios. Su hermano Pedro, el que fuera íntimo amigo de Jesús Aguirre, tiene una tienda en el barrio de Chamberí y me aseguran que era muy habitual que organizaran cenas en su casa para vender a sus invitados algunas de sus piezas.
Pero para cenas la que esta semana organizó en Kabuki Michel Meyer para celebrar su 50 cumpleaños, los 30 como peluquero y los 20 de su historia de amor con Bill.
Meyer puede presumir de tener amigos de verdad y ahí estuvieron todos. Algunos de hace más de veinte años, cuando llegó a Madrid, como la comisaria de arte moderno Carmen Giménez o la actriz Marisa Paredes, que compartió mesa con Luz Casal y aprovecharon para hablar sobre el homenaje que las dos reciben en La Coruña cuando Sus Majestades los Reyes les entreguen hoy las Medallas de Oro al Mérito de las Bellas Artes, galardón que recibirá también Antonio Banderas, el único que tiene el honor de hablar en público -parece ser que así lo ha decidido el Ministerio de Cultura-.
Muy cariñosa con el anfitrión estuvo Blanca Martínez de Irujo, que a los postres me confirmó que ya está trabajando para «Vanity Fair» en el departamento de publicidad y que está más tranquila en comparación a lo que vivió cuando se separó de Fran Rivera.
Blanca disfrutó de la compañía del encantador y divertido Luis del Valle, en una noche donde se habló de amor y es que no todo el mundo tiene la suerte de poder celebrar veinte años de feliz unión.
