La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, hizo ayer un llamamiento para impedir que la crisis financiera mundial repercuta en una disminución de la ayuda al desarrollo y conduzca a «un desplome social».
«No nos quedemos en el desplome bursátil, evitemos con fuerza el desplome social», pidió Bachellet en su discurso en la ceremonia de inauguración de la XVIII Cumbre Iberoamericana que reúne desde hoy en San Salvador a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina, Europa, Portugal y Andorra.
Para la presidenta chilena, la Cumbre Iberoamericana puede jugar «como foro de concertación política, un rol de gran relevancia para el logro de los desafíos que debemos aceptar para enfrentar la crisis internacional y proteger a nuestra gente, a los más pobres ante el desamparo» y para «apoyar en especial a los más pobres entre los pobres: los niños y los jóvenes de nuestra Iberoamérica».
«Tenemos ante nosotros un desafío histórico porque nuestra juventud, nuestro divino tesoro, espera una respuesta de nosotros a la altura de los tiempos», agregó.
La dirigente chilena hizo asimismo un llamamiento para «asegurar resultados positivos» en la próxima cumbre para financiación del desarrollo que tendrá lugar en Qatar, en diciembre.
«Sería incomprensible para la comunidad internacional que hubiese una disminución de la ayuda para el desarrollo justamente cuando la crisis internacional nos amenaza con una crisis social de alcance global».
Bachellet pidió «asumir la gravedad de la situación» y diseñar políticas que combinen «el crecimiento y la equidad», porque tan importante como «el rescate financiero será el rescate social».
Los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica aprobarán en San Salvador programas de apoyo a los jóvenes más desfavorecidos de Latinoamérica, tema que es el asunto central de la cumbre que se ha visto desplazado del foco de atención por la crisis financiera.
América Latina tiene más de 140 millones de jóvenes, un alto porcentaje de su población, que sufren en algunos países índices muy elevados de marginación, exclusión social y violencia.
