El vuelco del voto hispano resultó decisivo para la victoria de Barack Obama

(PD).- Los republicanos perdieron hasta en Florida. Pero también en Nevada, Colorado y Nuevo México. El voto hispano fue decisivo. Los 45 millones de latinos, el 15% de la población de Estados Unidos, han representado finalmente un 9% del electorado.

El mismo grupo étnico que ayudó a ganar las dos elecciones a George Bush en 2000 y 2004, se ha decantado del lado demócrata, más sensible a los problemas de los inmigrantes, aún más castigados por la crisis económica.

Explica Juan José Fernández en El País que una encuesta previa a la jornada electoral ya anunciaba que cerca del 80% de los hispanos apoyaba a Barack Obama, mientras que sólo un 13% respaldaba a John McCain.

Obama venció en Florida, Estado clave, donde los demócratas han sufrido sonoras derrotas. Esta vez el resultado fue nuevamente apretado, un 50% para Obama frente al 48% de John McCain, pero sin dudas de ningún tipo: más de cuatro millones de votos demócratas contra 3,8 millones para los republicanos, de un total de 11,2 millones de electores registrados. La participación alcanzó el 71,5%, todo un récord frente al 66% nacional y a otras elecciones del pasado. El voto hispano en favor de los demócratas, centrado en los condados del sureste de Florida, especialmente Broward (67%) y Miami (58%), fue decisivo para Obama. El voto hispano de Florida y de las nuevas generaciones de la colonia cubana, tradicionalmente conservadora, dio un vuelco hacia Obama, lo que unido al abrumador apoyo de la comunidad afroamericana compensó su retroceso en el voto de los blancos.

Todo empezó como un espejismo del pasado, pero pronto cambió. Poco después de cerrar los colegios, una cadena local de televisión auguró una victoria de McCain por un amplio margen, apoyado por el voto cubano y el miedo al «izquierdismo». Pero apenas unos minutos después se conoció el primer gran mazazo. Aunque el voto por correo también le daba ventaja al candidato republicano, las cifras del voto anticipado fueron aplastantes: 225.000 para Obama frente a 97.000 de McCain. En el total de los primeros votos adelantados, el candidato demócrata superaba ampliamente a su rival. Era el principio del fin.

Más tarde, con más de la mitad del voto escrutado, las diferencias se acortaban. Nada había decidido aún, pero la tendencia se mantuvo. Mientras el candidato republicano parecía derrumbarse al no ganar en los Estados clave, a duras penas lograba resistir en Florida. Pero sólo era cuestión de tiempo.

Al acercarse la fase final del escrutinio, ambos candidatos mantuvieron la distancia, pero ya siempre en favor de Obama. Frases como: «Es fantástico, es lo que necesita Estados Unidos en este momento, una visión fresca» o «Un cambio siempre es bueno, la sangre nueva trae cosas buenas», resumían ayer la ilusión en los votantes de Obama.

Una anciana, pese a decantarse por McCain, decía: «Bueno, nosotros ya somos personas mayores, pero queremos que la juventud, mis hijos, tengan un cambio». La avalancha de votantes fue aún más favorable para Obama, aunque se mantuvo la ineficacia del sistema, con largas esperas de más de cuatro horas para poder votar. Los 22 millones de dólares gastados por el Estado de Florida en la adquisición de máquinas electorales más modernas evitaron esta vez las acusaciones de fraude.

En la contienda local, con las discrepancias sobre cómo plantear las reivindicaciones cubanas entre los sectores tradicionales republicanos y los grupos aperturistas demócratas, la pelea fue muy dura. Al final, ganaron su puesto en el capitolio los tres congresistas republicanos. La mala imagen de uno de los candidatos demócratas, Raúl Martínez, expuesto al escarnio continuamente en televisión en una grabación en la que agredía a un joven, fue sin duda la causa de su derrota. Martínez perdió con el mayor de los hermanos Díaz-Balart. La candidata demócrata de origen colombiano Annette Taddeo fue claramente derrotada porla republicana Ileana Ros-Lehtinen.

En las distancias cortas, el voto cubano sigue siendo muy conservador. Florida ha mostrado también su carácter de Estado conservador. Sólo así se explica que en varias enmiendas votadas en referéndum (paralelamente a una jornada electoral en la que el triunfo de Obama derribaba barreras raciales) ganaran las propuestas más conservadoras.

Por ejemplo, en el rechazo a las uniones de homosexuales (ya prohibidas en el Estado), que afectará a partir de ahora a los beneficios sociales que reciben las parejas de hecho heterosexuales. También se acaba con la posibilidad de que puedan adquirir propiedades en Florida los ciudadanos «extranjeros no aptos para lograr la ciudadanía», lo que demoniza aún más a los inmigrantes indocumentados en Florida.

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