La poesía venció al frío del pasado sábado 29 y logró congregar a un importante grupo que acudió al Cepi dominicano a la cita con Torrente Sanguíneo, el más reciente poemario publicado por José Mármol, que le valió el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura dominicano.
«¿Para qué sirve la poesía? Sirve para cantar, y uno canta todo lo que no se puede decir de otra manera», dijo el escritor español Luis Cremades, mientras introducía el nuevo libro de Mármol.
«¿Y para qué sirve la poesía? En el caso de este libro de ‘Torrente Sanguíneo’, sirve pa’ meterse en casa y resucitar a los tres días», continuó.
Luego de la presentación a cargo de Cremades, Mármol prosiguió a leer una selección de poemas de su último libro, y algunos otros de libros anteriores, bajo el hilo conductor del amor.
Con una poesía, que según Cremades, «parece haber sido escrita para susurrar al oído», Mármol fue diciendo versos que un auditorio cómplice, disfrutaba.
«A su paso/ hinchado el mar azul de toda su quietud/ una hermosa muchacha cabalga mis latidos (.)», murmuró Mármol de su poema «Permanencia 1».
Mármol, que se autodefinió como un poeta heredero del bolero y la bachata, explicó que de niño, en su Vega natal, respiró el ambiente de los bares, a los que por su edad no le estaba permitido entrar.
«Yo entraba corriendo y echaba las monedas en la vellonera y seleccionaba mis tres canciones y salía afuera a escucharlas», comentó antes de leer: «Respiro los colores de la música, su nervadura siento dilatar, bien cantando y tiernecito,/ un bolero es un final».
«Eso lo sabes/ Teddy/ era el código del barrio/ Suspendido piensa el crimen desde la muñeca izquierda/ un bolero no tiene victorias qué contar/ apenas un reposo de pretérito en pretérito/ de nostalgia en nostalgia/ de melancolía en dolor», continúa el poema.
Una vez terminado el recital, el público compartió con Mármol preguntas e impresiones sobre el ejercicio del poeta, el sentido de la poesía.
El evento fue convocado por el Consejo Consultivo de la Presidencia de República Dominicana en Madrid, y estuvo precedido por su presidenta, Jeannette Alfau; así como por la encargada de cultura del organismo, Mariloly de Severino.
En sus palabras, Severino y Alfau ponderaron la trascendencia de José Mármol en la literatura dominicana.
Al finalizar el acto, el poeta hizo entrega de varios de sus ejemplares a la Biblioteca República Dominicana que funciona en las instalaciones del Cepi dominicano en Madrid.
