Los restos del inmigrante ecuatoriano José Osvaldo Sucuzhañay, que murió el viernes tras permanecer varios días en estado de muerte cerebral después de que fuera atacado en Nueva York con una botella y un bate de béisbol, serán enviados a su país, informó ayer su hermano Diego.
Entre lágrimas, Diego Sucuzhañay lamentó que su madre Julia Quintuna, que llegó anoche a Nueva York en un vuelo de Lanchile, no lograra ver vivo a su hermano, que el pasado fin de semana fue víctima de un brutal ataque perpetrado por tres hombres, todos de la raza negra, cuando se dirigía a su hogar en Brooklyn.
En una conferencia de prensa afuera del hospital Elmshurst donde su hermano fue llevado inconsciente el pasado fin de semana, Diego hizo un llamamiento a la comunidad a cooperar con información que conduzca al arresto de los tres hombres que propinaron la paliza a José, de 31 años, quien era un agente inmobiliario.
La policía ha distribuido un boceto de uno de los sospechosos mientras la unidad de crimen de odio continúa la investigación y se elevó a 27.000 dólares la recompensa por información que conduzca al arresto.
Hacía nueve años que la madre no veía a José, que fue golpeado con un bate de aluminio y una botella en la cabeza, lo que le ocasionó daño cerebral, además de otros golpes en el cuerpo, ya que los agresores también lo patearon.
El incidente ocurrió cuando José y su hermano Romel, que resultó con heridas leves que no requirieron atención médica, caminaban abrazados para protegerse el frío. Los agresores dijeron insultos contra los latinos.
Varias organizaciones comunitarias y de derechos humanos realizaron hoy, tras la conferencia de prensa, una vigilia para recordar a Sucuzhañay y denunciar los ataques contra los latinos, en el lugar donde ocurrió el incidente, en el sector de Bushwick en Brooklyn.
Sucuzhañay es el segundo ecuatoriano que muere en un mes en la ciudad de Nueva York, tras el asesinato de Marcelo Lucero, víctimas de crimen de odio.
Lucero fue atacado por un grupo de adolescentes, uno de los cuales lo apuñaleó, un incidente ocurrido en la localidad de Patchoque en Long Island.
Tras el ataque a Lucero, al menos una veintena de latinos han denunciado haber sido víctima de agresiones por ser hispanos.
