Michael Phelps, ganador de ocho medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín, se ha alejado de la vida sana tras años de duros entrenamientos. Considerado a sus 23 años como uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, ha confirmado que se ha tomado un descanso, que ya no sigue su rigurosa dieta ni se entrena.
Todo ello ha provocado que Phelps coja algún kilo de más y ya pese 93. «Sólo he estado en la piscina unas cuantas veces desde los pasados Juegos Olímpicos. Ahora me estoy divirtiendo», confesó el nadador.
Michael Phelps ha contado que se encuentra en baja forma y que su apartamento está repleto de cientos de chocolatinas, patatitas, gominolas y cacahuetes. En los meses previos a los Juegos de Pekín el nadador cuidaba al máximo la ingesta de calorías. Se llegó a afirmar que consumía 12.000 calorías diarias (una persona normal necesita 2.500).
Phelps admitió que esta información era un poco exagerada, pero afirmó que no se cortaba a la hora de comer. Después de las navidades comenzará su plan de entrenamiento para estar en forma en los Juegos Olímpicos 2012. Mientras disfruta de la fama, se divierte y participa en programas de televisión.
