(PL).- A uno de enero de 2008, la población residente en España era de 45,2 millones de personas. En 2018, lo será de 49 millones, pese a que habrá una desaceleración del crecimiento demográfico, según las proyecciones hechas públicas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De los 45,2 millones de habitantes que había a principios del año pasado, el 10% eran inmigrantes. Precisamente, si la inmigración ha sido el factor clave del crecimiento económico español en los últimos años, el INE estima que el número de extranjeros que llegan a España se reducirá a más de la mitad en tres años, pasando de los 958.000 inmigrantes de 2007 a 442.000 en 2010.
Si durante el periodo 2002-2008 la población española creció a un ritmo medio anual de 720.000 habitantes, en los próximos diez años se prevé un incremento medio en torno a los 380.000. Además, los nacimientos alcanzarán en 2009 su tasa más alta desde 1983, por encima del medio millón anual, y a partir de 2010 se prevé un descenso paulatino del índice de natalidad.
Por edades, el mayor incremento de la población se producirá entre los mayores de 64 años, un 19,2% en la próxima década, seguido de los menores de 15 años (un 13,1%), mientras que la población de entre 16 y 64 años lo hará un 4,7%. Ante esta evolución, la tasa de dependencia (entendida como la relación entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) continuará su tendencia ascendente y pasará del 47% a cerca del 53%.
Respecto al número medio de hijos por mujer, se mantiene el ritmo de crecimiento, pasando de los 1,39 en 2007 a los 1,46 en 2017, y se estabiliza la edad media a la hora de tener el primer hijo, en torno a los 31 años, por la aportación de las mujeres inmigrantes. Se supone que la esperanza de vida se incrementará casi dos años en los varones y 1,5 años en las mujeres.
Más defunciones que nacimientos
Las comunidades autónomas que experimentarán un mayor crecimiento demográfico relativo serán Castilla-La Mancha (17,5%), Murcia (16,6%), Baleares (15,9%) y Comunidad Valenciana (14,4%). Por el contrario, la población decrecerá en Asturias (1,7%), País Vasco (1,3%) y Galicia (1,2%), donde el saldo vegetativo negativo (saldo que resulta de calcular la diferencia entre los nacimientos y las defunciones) no se vería compensado por las migraciones tanto interiores como exteriores. Además, en los próximos diez años, las defunciones excederán a los nacimientos en siete comunidades autónomas: Galicia, Castilla y León, Asturias, País Vasco, Extremadura, Aragón y Cantabria.
De todos modos, la inmigración continuará teniendo un impacto positivo en todas las comunidades durante la próxima década, sobre todo en Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Cataluña.
Se trata de la primera vez que el Instituto Nacional de Estadística difunde proyecciones de población en España a corto plazo. Tales estimaciones se publicarán cada año y, según el organismo público, permitirán el seguimiento de la cambiante coyuntura demográfica española.