Setenta y dos indios llevan deambulando 10 meses por un monte de Ceuta

(PL).- Diga lo que diga el Vaticano, el limbo existe. Según Rafael J. Alvarez y Olga R. Sanmartín, autores del reportaje que publica el diario El Mundo, está en Ceuta, en la ladera de un bosque empinado. Allí se suspenden sobre el suelo tan frío 72 indios que casi ni comen, ni beben, ni viven.Cosas de los limbos.

Tras un año y medio aparcados en un centro de estancia temporal de Ceuta, estos sin papeles con historia se escondieron entre los árboles hace 10 meses. Temían ser detenidos y deportados, una posibilidad multiplicada por el endurecimiento reciente de la política de repatriaciones ante el aumento del paro, mano dura de Policía y Gobierno que no se para ni ante el limbo.

«Los policías llegan de noche al CETI (centro de estancia temporal) con una lista. Si tu nombre está en ella, te detienen y te llevan al centro de internamiento para deportarte. Por eso los indios se fugaron. Se fueron a la ladera, un sitio peligroso, pero donde pueden correr y esquivar mejor a la policía. Tienen miedo, viven con angustia y prefieren la dureza extrema del bosque».

Habla Paula Domingo, monja sanguínea que lleva 10 años luchando por los pobres en el final de Europa «con la inestimable ayuda de Dios».

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