El Partido Comunista Colombiano (PCC) aseguró ayer que el atentado del pasado domingo en Cali, cometido con un coche bomba que dejó dos muertos y 35 heridos, fue un montaje.
Se trató de «una provocación» de la que «quedó semidestruida» la sede regional del movimiento en esa ciudad del suroeste del país, sostuvo el movimiento político en un comunicado divulgado en Bogotá.
El PCC «repudia enérgicamente el atentado criminal», que ha sido presentado por los medios de prensa como un ataque a una dependencia de archivos de la Policía, agregó la misma fuente, que lo consideró como un «falso positivo» o montaje.
Un total de 172 inmuebles, 22 de ellos locales comerciales, fueron afectados por esta acción, atribuida a las FARC por las autoridades y que se registró el pasado domingo por la noche, pocas horas después de que esa guerrilla pusiera en libertad a los tres policías y al militar que se propusieron entregar junto a dos políticos.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron a estos efectivos a la congresista opositora Piedad Córdoba, en una misión coordinada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y con apoyo logístico de Brasil, que facilitó dos helicópteros.
El atentado de Cali es un hecho que «se inscribe en la cadena de actos que han obstaculizado extrañamente las operaciones por la liberación de secuestrados», sostuvo el PCC.
La misma fuente observó que el actual momento político del país «debe y puede llevar a la sociedad colombiana a considerar la necesidad y obligatoriedad de alcanzar una solución política plena a la guerra de varias décadas, que ha conducido a la desolación y a la desesperanza de nuestra patria».
