El Gobierno de Israel ha pedido a países como España, Brasil y Argentina que intervengan ante el presidente Hugo Chávez, para frenar la «ola de antisemitismo oficial y semioficial contra la comunidad judía» en Venezuela.
«Hemos pedido a una serie de países, entre ellos España, Brasil y Argentina, que hablen con el presidente Chávez y se interesen por el bienestar de la comunidad judía venezolana», dijeron hoy a Efe fuentes gubernamentales israelíes que pidieron el anonimato.
La petición fue cursada a través del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores y responde, según las fuentes, a «un grave deterioro» de la situación de la comunidad judía en Venezuela, que «desde hace unos meses sufre el acoso del gobierno».
El diario Haaretz informó ayer de que el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha aceptado ya reunirse con líderes de la comunidad judía en una futura visita a Caracas.
En Venezuela residen en la actualidad unos 15.000 judíos, frente a los 40.000 registrados hace algunos años, tras una ola migratoria que, según testimonios, estuvo motivada por los problemas de seguridad física y crisis económica registradas a partir de los ochenta del siglo XX en el país latinoamericano.
Más recientemente, se ha producido otra ola migratoria de judíos por los ataques de que es objeto la comunidad hebrea.
La comunidad judía venezolana tiene un importante componente sefardí -judíos cuyo origen se remonta a la España medieval o Sefarad-. Muchos de sus miembros proceden de Ceuta, Melilla y el antiguo Protectorado Español del Norte de Marruecos, y en algunos casos conservan la nacionalidad española.
Una destacada fuente de la comunidad judía venezolana que visitó Israel hace unos días relató a Efe que «los ataques antisemitas comenzaron hace años pero se agravaron tras la guerra del Líbano en 2006 y ahora, nuevamente, tras la de Gaza».
Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Israel en enero pasado a raíz de la ofensiva militar de este país en la franja de Gaza, donde murieron unos 1.400 palestinos.
Según fuentes del Ministerio de Salud en Gaza, controlado por el movimiento islamista Hamás, más de la mitad de los muertos eran civiles, y entre ellos figuraron cientos de niños, lo que el Gobierno venezolano calificó de «masacre» y «genocidio».
Desde entonces, «muchas manifestaciones populares y actos de protesta, a veces convocados por instituciones públicas y del gobierno de Chávez, tienen como escenario las instituciones judías», aseguró la fuente, que pidió no ser identificada.
El dirigente, que mostró a Efe algunas de las convocatorias públicas avaladas por organismos de gobierno o partidistas, recordó el reciente asalto a una de las sinagogas en Caracas y una redada policial contra un centro comunitario, entre otros sucesos.
Frente a esta situación, el Gobierno israelí, que sigue con atención la suerte de la comunidad judía y ha despachado varios emisarios para verificar la situación, se ve atado de pies y de manos, y por ello ha recurrido a una quincena de países que tienen relaciones con Venezuela.
«Israel no tiene ninguna influencia en Venezuela, por eso pedimos a otros gobiernos que muestren interés por los judíos, de forma que Chávez sienta que no puede hacer lo que se le antoja», sostuvieron las fuentes gubernamentales.
«Queremos hacerle saber -agregaron- que él y su gobierno son responsables por la suerte de la comunidad judía venezolana».
Además de España, Argentina y Brasil, entre los países contactados por Israel para que sirvan de mediadores figura Rusia, que últimamente ha estrechado sus vínculos con Venezuela.