Centenares de ciudadanos dominicanos residentes en Madrid se han concentrado la tarde de ayer en la calle donde el pasado viernes cayó asesinado el joven Luis Carlos Polanco Peralta, en una vigilia pacífica en la que han pedido «Justicia» para el joven.
A este barrio se han acercado sus padres, su mujer, embarazada de ocho meses, así como el embajador y el cónsul de la República Dominicana en Madrid, que se han mostrado «consternados» por el suceso, han expresado todo su apoyo a la familia del joven y han confiado plenamente en el funcionamiento del Estado de Derecho.
Su madre, visiblemente afectada, ha reclamado Justicia para su hijo, un joven trabajador de 22 años «que no se metía con nadie», perfectamente integrado en la sociedad madrileña y que desde los nueve años estaba residiendo en España junto a sus padres.
Al igual que toda su familia, contaba con la doble nacionalidad y esperaba para principios del mes de abril la llegada de su primer hijo.
La esposa de Luis Carlos Polanco tampoco comprende qué ha podido suceder para que el presunto asesino, ya detenido, le disparara dos tiros en la cabeza prácticamente sin mediar palabra.
La joven ha criticado que la Policía, por el momento, no se haya comunicado con la familia para informarle de la identidad del presunto autor de los disparos y explicarle los motivos del extraño asesinato.
La comunidad dominicana en Madrid, una de las primeras en instalarse en la capital, observa un cierto paralelismo entre la muerte del joven y la de su compatriota Lucrecia Pérez, asesinada en Aravaca en un crimen racista en 1992.
El cónsul de la República Dominicana en Madrid, Marcos Cross, que se ha acercado hasta el lugar junto al embajador, Alejandro González Pons, ha anunciado que costeará los gastos legales de la familia durante el juicio al presunto agresor y ha resaltado su deseo de que la Justicia española «aplique todo el peso de la ley».