(PD).- El líder talibán paquistaní, Baitulá Meshed, se ha declarado este sábado organizador del tiroteo perpetrado ayer por un hombre armado en un centro social de la ciudad estadounidense de Binghamton (en el estado de Nueva York), y que se cobró la vida de 13 personas, incluida la del propio asaltante, quien presuntamente se suicidó.
Meshed es el actual líder de la organización Tehrik-i-Taliban Pakistan, el principal conglomerado de grupos talibán en Pakistán, afiliado a la red terrorista Al Qaeda y habitual colaborador de las milicias talibán que operan en Afganistán.
La matanza de Binghamton tuvo lugar después de que un hombre armado abriera fuego ayer viernes contra un grupo de personas que realizaban el examen de ciudadanía en un centro para inmigrantes. Mató a 13 de ellas antes de suicidarse. Cuatro de los heridos están en estado crítico.
El jefe de Policía de Binghamton se ha negado a confirmar la identidad del asaltante aunque algunas fuentes policiales y los medios locales aseguran que se trata de Jiverly Voong, un ciudadano estadounidense de origen vietnamita que residía en la cercana localidad de Johnson City y que al parecer había sido despedido recientemente de IMB.
El asalto al centro comenzó pasadas las 10.30 de la mañana (seis horas más en la España peninsular) y concluyó cerca de las 14.30. Durante esas horas más de 40 personas fueron tomadas como rehenes, 26 de las cuales lograron refugiarse en la sala de la caldera y 15 en un cuarto que hacía de armario.
«Un acto de violencia sin sentido»
Según la Policía, el autor del tiroteo bloqueó con un coche que tomó prestado la puerta trasera de la Asociación Cívica Americana para que ninguna de sus futuras víctimas pudiese escapar. Con esa posibilidad de escapatoria controlada, el verdugo entró por la puerta principal y abrió fuego primero contra las recepcionistas y luego contra un grupo de inmigrantes que pasaban el examen para convertirse en ciudadanos. Después, al parecer se pegó un tiro en una sala del centro. La Policía ha recuperado de la escena del crimen dos pistolas y un cuchillo.
Binghamton era hasta ayer una ciudad tranquila de 45.000 habitantes, situada a 240 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York, en la frontera con Pensilvania. El gobernador de Nueva York, David Peterson, declaró tras el suceso que «Binghamton ha sufrido hoy la mayor tragedia de su historia» pero que «el sueño americano sigue siendo posible». Por su parte, el presidente Barack Obama hizo llegar un comunicado desde su gira europea en la que calificaba lo sucedido como «un acto de violencia sin sentido».
El centro asaltado, situado a la orilla del río Chenango, proporcionaba consejo a inmigrantes y refugiados políticos así como ayuda con intérpretes, preparación para el examen de ciudadanía americana o reunificación de familias. Según su página web, la Asociación también ofrece su ayuda a mendigos y personas sin hogar.