(PL).- Las armas, el narcotráfico y la inmigración son los principales temas de la agenda de la visita oficial a México del presidente estadounidense, Barack Obama, la primera que realiza a un país latinoamericano desde su llegada a la Casa Blanca.
La creciente violencia en la frontera es el principal punto del encuentro bilateral. Un informe del Departamento de Justicia ha alertado de que los carteles mexicanos operan en 230 ciudades estadounidenses. La guerra contra el narcotráfico, la prioridad del Gobierno de Felipe Calderón, se ha cobrado unas 10.000 víctimas desde su toma de posesión, en diciembre de 2006.
El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer la inclusión de tres bandas mexicanas, el cartel de Sinaloa, los Zetas y la Familia Michoacana, en su lista de organizaciones dedicadas al narcotráfico internacional. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señaló que la decisión «subraya el apoyo de Estados Unidos a la lucha del presidente Calderón». La medida permite al Departamento del Tesoro bloquear sus cuentas y congelar sus bienes en territorio estadounidense.
En cuanto a cooperación, la principal preocupación de Calderón es el tráfico de armas. El Gobierno mexicano calcula que un 90% del arsenal de los narcotraficantes proviene de Estados Unidos. El procurador general de la República (el fiscal general mexicano), Eduardo Medina Mora, ha asegurado que las 52.000 armas incautadas al crimen organizado en los dos últimos años representan cinco veces el armamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el triple del arsenal en poder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) al final de la guerra civil salvadoreña en 1992.
La reforma migratoria ocupa un lugar importante en la agenda de ambos países. Una de cada 10 personas nacidas en México emigra al país vecino, según señala un informe del Pew Hispanic Center. Unos 12,7 millones de mexicanos residen en EE UU. Más de la mitad son indocumentados. «Ningún país en el mundo tiene una cifra similar de inmigrantes extranjeros como EE UU tiene de México», indica el estudio.
México recibe al año unos 20.000 millones de dólares anuales en remesas, su tercer mayor fuente de divisas extranjeras. Sólo son superadas por las exportaciones de gas y petróleo. La recesión mundial afecta a este ingreso. El envío de remesas al país latinoamericano caerá al menos un 8% en 2009, según cálculos del Banco Mundial.
El freno en la economía estadounidense y su efecto en las relaciones comerciales es otro punto sobre la mesa. EE UU es el principal socio comercial de México y el receptor de un 80% de sus exportaciones. El peso mexicano ha perdido hasta un 25% del valor que tenía en octubre de 2008 y la economía de México se reducirá hasta en un 3% durante este año.
El embajador de México en EE UU, Arturo Sarukhán, señaló que para solucionar estos problemas se requiere de una participación bilateral. «Para bailar tango se necesitan dos», explicó el representante del Gobierno mexicano a la CBS.
Obama y Calderón mantendrán un encuentro de una hora en Los Pinos, la residencia oficial del presidente mexicano. La visita fue precedida por la que a fines de marzo hizo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien allanó el camino del mandatario esatadounidense al atajar las versiones de que México estaba en camino de convertirse en un «Estado fallido» y anunciar que la nueva Administración desea abrir una nueva etapa en las relaciones con su vecino del sur.