Obama promete una «nueva era de cooperación» con América Latina

(PD).- El presidente de EE UU, Barack Obama ha prometido, en su discurso final en la V Cumbre de las Américas, que se ha desarrollado desde el pasado viernes en Trinidad y Tobago, una nueva era de cooperación con América Latina, que vaya más allá de la tradicional colaboración militar o en la lucha contra el narcotráfico.

Obama ha querido destacar en su discurso que la cumbre ha servido para establecer una nueva etapa de respeto hacia los países soberanos y democráticos del hemisferio, a pesar de las diferencias de opiniones.

Esas nuevas relaciones, ha dicho Obama, incluyen desde luego a Cuba. Durante todo el fin de semana Obama se ha mostrado conciliador con la isla, aunque firme en la necesidad de que el país comunista dé sus propios pasos hacia la apertura democrática. En su discurso final, Obama ha insistido en que espera que el Gobierno de Raúl Castro muestre signos claros hacia la democratización y la libertad de los presos políticos.

El presidente estadounidense ha vuelto a reconocer que la política de EE UU hacia Cuba no ha funcionado en 50 años porque el pueblo de Cuba sigue sin ser libre. Por este motivo, ha dicho, Washington ha mostrado ya las primeras señas de un cambio, que espera que se corresponda con un gesto de parte de La Habana.

La V Cumbre de las Américas se ha clausurado esta tarde (hora española) en Trinidad y Tobago sin alcanzar la unanimidad en la declaración final, según ha anunciado el primer ministro del país anfitrión, Patrick Manning.

A pesar de esto, Manning ha dicho que «nunca antes se había alcanzado tal espíritu de cooperación» y ha añadido que, con estas palabras, estaba «hablando por todos». El principal opositor a la declaración final ha sido el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ya anunció ayer que no pensaba firmar el documento si no se incluía en él una referencia al fin del bloqueo estadounidense sobre Cuba.

El primer ministro trinitense ha destacado el momento inicial de la Cumbre, cuando el presidente de EE UU habló de «una nueva dirección y una nueva visión de EE UU» hacia América Latina y luego esta visión «se vio reflejada en una declaración equivalente del presidente de Venezuela». Evo Morales, presidente de Bolivia y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, han coincidido con estas declaraciones, con lo que, ha dicho, Manning, «este nuevo espíritu de cooperación se ha hecho muy evidente».

La última jornada de la Cumbre ha transcurrido en el mismo tono de cordialidad y colaboración que ha dominado todo el fin de semana. El presidente de EE UU, Barack Obama, ha trasladado a sus homólogos centroamericanos su deseo de ser un «socio efectivo» en la reunión que ha mantenido con ellos sobre seguridad migratoria antes de la clausura.

Obama se ha reunido con los presidentes del Sistema de Integración Centroamericano (República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) durante más de una hora, la última reunión antes de volver a Washington y que se ha mantenido en el mismo tono que ha dominado la cumbre, distendido y cordial, según ha explicado al término de dicho encuentro el presidente de Guatemala, Álvaro Colom.

«No se habló de detalles, pero sí de apoya el proceso», ha dicho Colom sobre la idea de una reforma migratoria integral, presentada a Obama. «El ambiente fue muy bueno, cordial, sincero».

El presidente estadounidense ha dicho, al término del encuentro, que ha sido «una oportunidad para escuchar más» las preocupaciones específicas de la región.

Los presidentes centroamericanos han pedido a Obama la creación de un mecanismo que permita que aquellas personas deportadas desde EE UU a sus países de origen por haber delinquido puedan ser detenidas en sus destinos y seguir cumpliendo sus penas.

Obama ha respondido con la promesa de revisar la ley. Además de este tema, se han abordado otras cuestiones relativas a la situación de los inmigrantes legales e ilegales en EE UU.

«Hay otra actitud en el trato de Obama: más apertura, más diálogo, más respeto. Hay buenas perspectivas», ha dicho el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, uno de los más críticos de la región con EE UU y aliado del presidente venezolano Hugo Chávez en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

A pesar del buen ambiente dominante, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, que el pasado viernes ya arremetió contra la política histórica estadounidense en América Latina, ha puesto el matiz a las expectativas generadas con el nuevo presidente estadounidense. «Obama es el presidente de un imperio y ese imperio tiene sus reglas, él no puede cambiarlas, tiene que lidiar con ellas», ha dicho Ortega.

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