Un inmigrante ilegal gana el GH italiano desbancando al patito feo y a la chica sexy

(PL).- El ganador de la novena edición de Grande Fratello se llama Ferdi Berisa, tiene 22 años, es de etnia gitana y llegó a Italia hace nueve años de su Montenegro natal en una pequeña lancha. El ex «sin papeles», que ahora es ayudante de cocinero, se convirtió en el inesperado vencedor del GH italiano gracias a las llamadas de los espectadores, impresionados por su dura vida.

La historia de las desgracias de Ferdi, abandonado por su madre y cuyo padre le obligaba a robar y a participar en peleas juveniles, han conmovido al público para concederle a él los 300.000 euros del premio y convertirlo en ejemplo para la juventud.

El carácter tímido y retraído del joven que llegó a Italia como inmigrante ilegal se ha impuesto a rivales como la sexy Cristina, el invidente Gerry, la homosexual comefuegos Siria, el playboy Alberto o Daniela, la azafata que fue despedida de Alitalia por no presentarse a un vuelo cuando estaba en el concurso.

De hecho, el público ha eliminado rápidamente a algunos de estos personajes y, sin embargo, ha elegido como finalistas a Ferdi y al patito feo del concurso, Marcello, del que solían reirse sus compañeros.

Y, para completar su sueño, Ferdi no sólo se ha llevado de Gran Hermano el dinero, sino también ha encontrado el amor, el de la también concursante Federica. Un final inesperado para una edición de Gran Hermano que, por sus continuos escándalos, ha conseguido volver a los primeros puestos de audiencia en Italia.

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