(PD).- El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, brindó este viernes una conferencia de prensa, en la que hizo referencia a las acusaciones de dos mujeres, que aseguran que él es el padre de sus hijos.
Sin confirmar o desmentir la veracidad de los reclamos, Lugo volvió a reiterar que se pondrá a disposición de la justicia.
«Yo, persona humana imperfecta, asumiré con toda la responsabilidad las situaciones que me conciernen», señaló.
El mandatario, que la semana pasada admitió haber concebido un hijo con Viviana Carrillo, de 26 años, enfrentó esta semana dos reclamos más, de Benigna Leguizamón, una joven de 27 años de Ciudad del Este, y de Damiana Hortensia Morán Amarilla, de 39 años y propietaria de una guardería.
Los medios paraguayos especulan con la posibilidad de que surjan nuevos casos.
«No permitiré que estas circunstancias afecten a cuestiones del Estado», señaló el mandatario, quien ha sufrido un descenso en su popularidad debido al escándalo, según diarios locales.
«Cuando la verdad acompañe plenamente, verán a este presidente como a un padre, dispuesto a entregar afecto y cuidados», dijo el ex obispo, que volvió a «pedir perdón reiteradamente» por sus acciones.
Divisiones en el gobierno
El escándalo por la posible paternidad múltiple del mandatario paraguayo se da en momentos en que la coalición gubernamental, la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) se ve sacudida por graves diferencias.
El principal partido de la coalición, el Liberal Radical Auténtico (PLRA), está dividido en dos facciones, una que defiende al mandatario, y la otra, que está encabezada por el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco.
El nombramiento de cuatro nuevos ministros el lunes fortaleció el lugar de los partidarios de Lugo, y aumentó el distanciamiento de Franco, generando a su vez especulaciones sobre un posible intento de forzar la salida del presidente, deslegitimizado por la polémica de estos días.
Sin embargo, Franco informó que no apoyará un juicio político contra Lugo.
No obstante, afirmó estar dispuesto a asumir la jefatura del Estado si éste decide renunciar.
«Estoy preparado moralmente, convencido, físicamente preparado para asumir la presidencia», señaló, agregando que «no soy de esos que hacen leña del árbol caído».
