(PD).- Rafael Correa obtuvo ayer un gran triunfo en las elecciones de Ecuador, al lograr un 55,2% de los votos, 27 puntos más que su inmediato seguidor Lucio Gutiérrez, y proclamarse presidente de la República en la primera vuelta, algo que no sucedía desde hace treinta años.
Los primeros sondeos a pie de urna, tradicionalmente muy fiables, fueron hechos públicos a las cinco de la tarde (doce de la noche hora española). Correa obtuvo en 2007 un `porcentaje parecido de voto, pero en una segunda ronda.
El presidente ganó prácticamente en todo el país. En Quito arrasó con un 63%, pero incluso en Guayaquil, tradicionalmente hostil a sus proyectos, obtuvo un 41,7%, diez puntos por encima de Gutiérrez. Solo en la Amazonia, tradicional apoyo de Gutiérrez, Correa quedó por detrás de su oponente.
Cinco minutos antes de que se cerraran los colegios electorales, y después de que varios sondeos a pie de urna le aseguraran un respaldo cercano al 55 por ciento, Correa celebró la victoria con sus seguidores desde la sede de su partido en Guayaquil, su ciudad natal. «Hemos hecho historia en un país en el que desde 1996 a 2006 ningún gobierno democrático terminó su mandato. Hoy se gana en una sola vuelta, eso es algo inédito», aseguró.
Se trata del quinto proceso electoral que Correa saca adelante desde que ganase las elecciones generales de 2006. Los otros comicios estuvieron relacionados con la redacción y la aprobación de una nueva Constitución que entró en vigor el año pasado, que requería la celebración de nuevas elecciones generales.
El líder del Movimiento Patria Altiva y Soberana (Alianza PAIS), reafirmó su compromiso con los más desfavorecidos, se comprometió a permitir el retorno de los emigrantes ecuatorianos con su gestión y felicitó a los electores por «consolidar la revolución ciudadana».
«Nuestro compromiso renovado es por la patria. Pero que a nadie le quepa duda, nuestra opción preferencial es por los más pobres», indicó. Es la primera vez desde 1979, cuando la democracia se instauró en Ecuador, que los resultados de la primera vuelta conceden la presidencia al vencedor sin tener que acudir a una segunda. Por ello, Correa se mostró especialmente emocionado y dijo tener sólo «palabras de agradecimiento» a sus seguidores.
«Con ustedes es nuestro compromiso, vamos a cambiar lo más rápidamente su historia. Les daremos la educación, salud, empleo y la dignidad que siempre les negaron», indicó el mandatario.
A las urnas estaban convocados 10, 5 millones de ciudadanos, entre ellos extranjeros, militares, policías, jóvenes entre 16 y 18 años y presos sin condena que por primera vez en la historia de este país participaron en unos comicios generales.
Compromiso con los emigrantes
«Tenemos además una deuda con todos los migrantes que se reparten por todo el planeta, exiliados de la pobreza, expulsados de su país por falta de oportunidades. A ellos nuestro saludo y compromiso de que encontrarán aquí la felicidad que fueron a buscar a otros países», recalcó.
Unos 184. 000 ecuatorianos residentes en el extranjero estaban llamados a las urnas. En España, según datos de la Embajada de Ecuador en Madrid, un total de 40. 543 electores acudieron a votar durante la jornada electoral en un ambiente de completa normalidad. Con la nueva Constitución, que entró en vigor el año pasado, a los ecuatorianos en el exterior se les concedió el derecho a voto, pero de forma voluntaria y no obligatoria como ocurre en Ecuador.
Del total de los 1. 974 cargos que se decidían, los emigrantes participaron en la elección del presidente y vicepresidente, así como en la elección de quince congresistas nacionales y otros seis legisladores que representarán a los ecuatorianos en el extranjero.