(PD).- Las estadísticas de inmigración irregular que tiene ante sí el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, son un reflejo casi exacto de los indicadores de la crisis que maneja la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Desde que comenzó la destrucción de empleo, las llegadas de inmigrantes clandestinos han caído en picado: un 30,7% en 2008 y un 52,8% en el primer trimestre de este año. Los responsables de Interior admiten que la causa fundamental de ese descenso es que en España ya no hay trabajo.
Explica Tomás Bárbulo en El País que las cifras de retornos (extranjeros rechazados cuando trataban de entrar en el país) en los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona), las dos vías principales de llegada de personas en situación irregular, sobre todo latinoamericanos, son espectaculares.
En el primer trimestre de este año, el total de retornados cayó el 44,6% en el aeropuerto madrileño y el 72,7% en el barcelonés. En los puertos, una vía de entrada habitual de los sin papeles magrebíes, el descenso es aún mayor: un 75,1% en el de Algeciras y un 83,6% en el de Tarifa.
Las readmisiones (devoluciones de indocumentados en las fronteras con Francia y Portugal, sobre todo de europeos del Este) cayeron el 49,3% y el 19,9%, respectivamente. Los inmigrantes llegados en pateras y cayucos, en su mayoría subsaharianos, bajaron un 21,8% en Canarias y un 28,5% en el Estrecho.