Doce miembros de una secta cristiana de fallecieron por acción de las llamas, en lo que aparenta ser un ritual religioso, informó el diario Perú 21.
La policía peruana hizo el macabro hallazgo en la comunidad de Nueva Esperanza, en la provincia de Amazonas, después de recibir una denuncia contra la secta del teniente gobernador de la zona, Wilder Rojas, quien acusó a la congregación adventista de intentar secuestrarlo.
Al llegar al lugar, los agentes descubrieron en una vivienda a un hombre y su hija de nueve años envueltos en llamas, pero no pudo hacer nada para salvarlos.
En el domicilio contiguo, aparecieron los restos carbonizados de otras diez personas.
El pastor de la secta adventista, Pedro López Lancha, ha sido detenido junto con otros tres miembros de su iglesia.
Según el diario, López Lancha ha declarado que los cuerpos carbonizados pertenecían a delincuentes que se prendieron fuego como una forma de lavar sus pecados.