El Gobierno ha regularizado «por razones extraordinarias» al trabajador boliviano que perdió un brazo en un accidente laboral y ha remitido a la Fiscalía un informe de Inspección de Trabajo que denuncia «graves deficiencias de seguridad e higiene» en la panificadora de Valencia donde trabajaba.
Así lo ha anunciado hoy la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha asegurado que, nada más tener conocimiento de los hechos, el Ejecutivo puso en marcha «todos los medios» para averiguar lo sucedido y «exigir el cumplimiento estricto de la ley».
«Esta misma mañana, hace poco más de una hora, el trabajador accidentado, Franns Rilles Melgar, ha sido regularizado por razones extraordinarias», ha señalado.
Fernández de la Vega ha explicado que la Inspección de Trabajo acudió «de forma inmediata» a la empresa panificadora de Real de Gandía en la que trabajaba el inmigrante boliviano, y emitió un informe en el que se «aprecian graves deficiencias de seguridad e higiene».
Además, el informe constató que el trabajador no estaba dado de alta en la Seguridad Social y se ordenó la clausura de la actividad de la empresa.
La vicepresidenta ha recordado además que el informe fue remitido a la Fiscalía, que ha abierto diligencias para averiguar si se han podido cometer delitos «contra la seguridad en el trabajo, de contratación ilegal de trabajadores, y de lesiones graves por imprudencia».