(PD).- La pelea entre el gobierno y los indígenas del Perú en torno a decretos que enmarcan la explotación de recursos naturales en la Amazonia comenzó a saldarse en favor de los aborígenes, después de que el gobierno se comprometiera oficialmente a impulsar la derogación de los dos más importantes.
Un acta firmada por indígenas de la selva central y el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, incluyó como punto central el compromiso del Ejecutivo de enviar hoy mismo al Congreso sendos proyectos de ley que derogan esos decretos, lo que, dada la correlación de fuerzas, se descuenta que prosperará.
Así, el gobierno, que había hecho casi cuestión de Estado de los decretos, giró de posición en momentos en que la muerte de al menos 34 personas en un estallido de violencia hace diez días lo dejara en entredicho ante la opinión pública nacional e internacional.
«El Ejecutivo, para restablecer la paz en el país, ha cedido todo lo que se podía ceder. Ha sido un enorme sacrificio», dijo al confirmar el acuerdo el ministro del Ambiente, Antonio Brack. Aunque aún se ignora la respuesta de los indígenas de la Amazonia que iniciaron la huelga hace 67 días, el gesto del gobierno le abre camino al diálogo.
El avance de ayer tuvo su figura principal en Simon, quien viajó a la localidad de San Ramón, departamento Junín, para dialogar con los indígenas de la selva central, que desde la semana pasada tienen tomada una importante vía en solidaridad con los nativos amazónicos. Simon dejó entrever el inminente fin de medidas de tomadas por el gobierno, como la declaratoria de Estado de Emergencia y del toque de queda dispuestos en la zona del departamento Amazonas, en donde se produjeron los hechos sangrientos.
Los nativos amazónicos rechazaban los decretos porque afirmaban que abrían las puertas a la venta de sus tierras ancestrales a multinacionales petroleras y gasíferas. El congreso había suspendido el miércoles indefinidamente la vigencia de los decretos para dar tiempo a una solución del conflicto. Los indígenas se comprometieron con el gobierno a reabrir el tránsito en las carreteras tomadas por cuatro horas todos los días.
Quedará también por verse el mecanismo de los diálogos de fondo y la situación del principal líder de la protesta, Alberto Pizango, asilado en la embajada de Nicaragua en Lima. Los decretos resistidos fueron adoptados por el gobierno bajo facultades extraordinarias para adecuar la legislación al TLC con EE.UU. El presidente Alan García, que anticipó que aceptaría lo que se decidiera en los diálogos, denunció un complot internacional y ayer convocó a Lima a su embajador en Bolivia, molesto por el apoyo que Evo Morales le dio a los indígenas.