Así, como se ve en la foto, fue saludado el rey Juan Carlos, al llegar al Parlamento de Nueva Zelanda. Los maoríes son muy suyos.
El Rey de España, al iniciar su segunda visita de Estado a Nueva Zelanda en Auckland, animó a la «cooperación económica y comercial entre los principales países del mundo», y solicitó que la crisis sirva de «acicate» para relanzar el crecimiento y la creación de empleo.
Ante un foro de una veintena de representantes de empresas españolas y otros tantos de neozelandesas, Don Juan Carlos aseguró que si hoy España se encuentra entre las primeras 10 economías del mundo, ha sido, sobre todo, por su capacidad de abrirse al exterior y ocupar posiciones de liderazgo en muchos sectores y en todos los continentes.
El Rey aprovechó la ocasión para resaltar el prestigio internacional de las empresas españolas en energías renovables, telecomunicaciones, finanzas, infraestructuras o transportes, sectores que interesan sobremanera a los neozelandeses.
Sin olvidar, continuó Don Juan Carlos, que las empresas españolas cuentan con «el importante activo económico y comercial que representa el español como idioma de comunicación internacional, el tercero más usado en Internet y la lengua materna de casi 500 millones de personas».
Deseo de estar en el Pacífico
Añadió el monarca que ya algunas empresas neozelandesas saben todo eso y que las firmas españolas desean estar presentes en el Pacífico, como ya están en los mercados tradicionales de su actuación como son Europa, Iberoamérica o el Mediterráneo y otros más recientes como Estados Unidos o Australia.
Resaltó el Rey el creciente interés de los hombres de negocios españoles por las posibilidades que ofrece Nueva Zelanda, «un país amigo, con una economía sana, un marco regulatorio estable y estrechas relaciones con Asia».
Al almuerzo que siguió al encuentro entre empresarios españoles y neozelandeses asistió también el ministro de Desarrollo Económico de Nueva Zelanda, Gerry Brownlee, quien habló de la actual relación económica con España y de la necesidad de que se incremente de forma inmediata.
Los Reyes, que ya estuvieron en visita de Estado en Nueva Zelanda en 1988, viajan acompañados de la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, de los secretarios de Estado de Exteriores, Ángel Losada, y de Comercio, Gloria Iranzo, y de una delegación empresarial.
Entre las empresas españolas están Abengoa, Aenor, Anen, Caf, Cofides, Compuspar, Covex, Eads-Casa, Inabensa, Indra, Navantia, Sice PTY, Tecniberia y Telvent.
En la Universidad
Previamente, los Reyes estuvieron en la Universidad de Auckland, donde pudieron conocer los grandes proyectos de investigación que se desarrollan en sus instalaciones, principalmente en energía de inducción.
Allí pudieron ver los modelos humanos virtuales diseñados para mejorar el cuidado de la salud, un sistema inalámbrico para cargar automóviles y el diseño de yates (Auckland es la ciudad del mundo con el mayor número de embarcaciones por habitante).
Conocieron también la Cátedra Príncipe de Asturias, una de las cinco que existen en el mundo y la única en Asia, en la que hay más de 1.000 inscripciones anuales para cursar estudios de español -la lengua más popular en el centro-, literatura y estudios latinoamericanos.
En el Museo Marítimo
También estuvieron en el Museo Marítimo Nacional de Nueva Zelanda, donde el alcalde de Auckland, John Banks, les acompañó en el recorrido por las salas en las que se muestra la historia del país.
Contemplaron la muestra sobre el navegante Sir Peter Blake, que fue asesinado en el Amazonas, e inauguraron la exposición temporal sobre los exploradores españoles en el Pacífico Sur en los siglos XVI y XVII.
Unos paneles relatan cómo Pedro Fernández de Quiros y Luis Váez de Torres estuvieron por estas tierras antes de que llegasen los ingleses, y que el nombre de Australia se debe a que el segundo de ellos dio el nombre de la Casa reinante española del momento, los Austrias, a las tierras descubiertas.
Nada más terminar la visita, Don Juan Carlos y Doña Sofía se dirigieron al aeropuerto para viajar hacia la capital de Nueva Zelanda, Wellington, donde mañana serán recibidos por el primer ministro, John Key.