El consejero madrileño de Inmigración, Javier Fernández-Lasquetty, ha señalado que la nueva Ley de Extranjería aprobada por el Gobierno contiene «reformas que son parches» y con medidas que no están «bien pensadas».
En declaraciones a Efe, Lasquetty ha mostrado su pesimismo respecto a la ampliación del periodo de internamiento de los inmigrantes irregulares hasta en 60 días, una medida que a su juicio «no va a cambiar sustancialmente las cosas».
El consejero ha lamentado que la propuesta del Ejecutivo persista con un «sistema de gestión del flujo migratorio que ha demostrado su fracaso», en alusión a la limitaciones geográficas y profesionales que promueve la ley para los residentes extranjeros.
«En una crisis hay que levantar barreras, más entre los inmigrantes que saben buscarse oportunidades de trabajo», manifestó.
No obstante, ha saludado algunas medidas «con buen sentido», como el cambio que permite a los reagrupados familiares no sólo la residencia en España sino también trabajar en el país.
Lasquetty, quien afirmó desconocer el proyecto de ley aprobado por el Gobierno, ha criticado «la falta de diálogo» del Gobierno central con las Comunidades Autónomas para «sacar adelante» la iniciativa.
Aseguró que el único contacto que ha tenido con la propuesta fue el texto que el Ministerio de Trabajo le envió las pasadas navidades y al que la Comunidad de Madrid hizo algunas observaciones por las que «no ha tenido respuesta».
«Ni nos han informado de los cambios que se han llevado a cabo posteriormente en el proyecto ni han buscado el consenso de las Comunidades Autónomas, a pesar de que somos los responsables de la integración», ha explicado el consejero.
Expresó su confianza de alcanzar «los acuerdos y consensos» que no se han llegado hasta este momento durante el trámite parlamentario al que será sometido la Ley de Extranjería.
