Obama condena el golpe en Honduras pero no aboga por la vuelta de Zelaya

Obama condena el golpe en Honduras pero no aboga por la vuelta de Zelaya

(PD).- El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, anunció un toque de queda de al menos 48 horas con el fin de que el país recupere la tranquilidad en medio de la crisis por la abrupta salida de la presidencia y del país de Manuel Zelaya, a quien está dispuesto a recibir si quiere regresar. Es sintomático que Obama haya condeando el golpe, pero no abogue directamente por la vuelta al poder del conflictivo Zelaya.

El presidente de Estados Unidos se manifestó preocupado por la situación en el país centroamericano y pidió «respeto a las normas democráticas», y la resolución de las disputas a través de un «diálogo libre de interferencia exterior»;

«Estoy profundamente consternado por los informes que salen de Honduras sobre la detención y expulsión del presidente Zelaya»

El toque de queda estará vigente hoy y mañana de 21:00 a 6:00 horas locales (de 3.00 a 12.00 GMT) de cada día, precisó Micheletti en una rueda de prensa tras ser investido como presidente en una jornada que comenzó con la detención y deportación de Zelaya.

Indicó que se analizará si la medida, que debe ser ratificada por el Parlamento, se extiende por más tiempo. Micheletti, hasta hoy presidente del Congreso, aseguró que recibiría “con mucho gusto” al depuesto mandatario Manuel Zelaya si en su momento desea regresar, pero sin el apoyo del gobernante de Venezuela, Hugo Chávez.

“Creo que si él, en su momento desea regresar al país (…) sin apoyo de don Hugo Chávez, nosotros, con mucho gusto, vamos a recibirlo con los brazos abiertos”, dijo Micheletti en la conferencia de prensa.

HUGO CHAVEZ AMENAZA CON MANDAR SU EJÉRCITO

«Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para restituir al Gobierno [de Honduras]», advirtió este domingo el presidente venezolano, Hugo Chávez, antes de anunciar la suspensión de la emisión de su programa dominical de televisión Aló, Presidente a fin de coordinar sus acciones para devolver el poder al presidente Manuel Zelaya.

«Ese golpe lo vamos a quebrar desde dentro y desde afuera, el mundo lo va a ver, independiente de las fuerzas militares que tengan», agregó Chávez, quien advirtió que si el embajador venezolano en Honduras es atacado, su Ejército intervendrá.

«A los golpistas de Honduras les decimos: estamos de pie, esto no es mera hueca palabrería, ese golpe va a ser derrotado y va a ser derrotado por el pueblo de Honduras, y nos sentimos comprometidos con el pueblo y su voluntad», dijo el presidente venezolano, que comenzó su carrera al poder dando un golpe, antes de advertir:

«Estamos en batalla, ya anunciaremos medidas».

Chávez anunció que ya había hecho contactos con los nueve presidentes de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) para brindar su apoyo a Zelaya.

El ALBA anunció que convocaría a una reunión urgente en Nicaragua.

EL NUEVO PRESIDENTE DECRETA EL TOQUE DE QUEDA

Micheletti ha sido nombrado por el Congreso de Honduras como el nuevo presidente interino del país tras una reunión de urgencia convocada horas después de la expulsión de Zelaya. Ocupará el cargo hasta 2010 para cumplir con el mandato de cuatro años por el que fue elegido Zelaya.

«Prometo cumplir la Constitución y las leyes», ha proclamado Micheletti, del gobernante Partido Liberal al prestar juramento, quien aseguró que «no hubo nada ilegal» en la expulsión de Zelaya de Honduras.

Micheletti ha prometido que «el 29 de noviembre habrá elecciones», tal y como fueron convocadas hace un mes por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para elegir presidente, diputados y alcaldes.

Los miembros del Congreso también han aceptado una supuesta carta de renuncia firmada por Zelaya, algo que éste ha negado en una conversación telefónica con el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, según ha revelado el propio Funes.

Zelaya es recibido en Nicaragua por Chávez, Correa y Ortega

Manuel Zelaya llegó esta madrugada a Nicaragua para participar en una reunión urgente de la ALBA, que exigirá sea restituido en su cargo. Zelaya, que llegó en un avión enviado por el gobierno venezolano, fue recibido con aplausos, vivas y abrazos por los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Rafael Correa, de Ecuador y el anfitrión de Nicaragua, Daniel Ortega. También lo recibió el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en representación del presidente de ese país, Raúl Castro.

Zelaya, que no hizo declaraciones, partió junto a los demás presidentes en una caravana de vehículos escoltada por agentes de seguridad hasta un centro de convenciones donde se celebrará la reunión extraordinaria de la Alianza Bolivariana para las Américas.

Hugo Chávez dijo que el «golpe» contra Zelaya es parecido al sufrido por el presidente Salvador Allende, en 1973, y el sufrido temporalmente por el mismo Chávez, en 2002. El presidente de Venezuela advirtió a su llegada a Managua que habrá una “revolución violenta” en Honduras si los militares disparan contra el pueblo que protesta a favor de Zelaya. “Que no vayan los militares de Honduras a arremeter con sus armas contra el pueblo desarmado, porque estarían abriendo el camino a revoluciones violentas”, señaló el gobernante venezolano.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue el primer mandatario en llegar a Nicaragua para participar en esa reunión y declaró que se encuentra en este país “para defender la democracia no sólo en Honduras, sino que en América Latina”.

El ex presidente cubano Fidel Castro reiteró su apoyo a Zelaya e instó a los militares golpistas a renunciar. «Con este alto mando golpista no se puede negociar, hay que exigirle la renuncia y que otros oficiales más jóvenes y no comprometidos con la oligarquía ocupen el mando militar, o no habrá jamás un gobierno ‘del pueblo, por el pueblo y para el pueblo’ en Honduras», escribió Castro en una de sus «Reflexiones» publicadas en medios cubanos.

Consulta frustrada

El mandatario hondureño fue obligado por militares a abandonar el país con rumbo a Costa Rica, horas antes de que comenzara una consulta popular que había convocado con el fin de reformar la Constitución del país y que había sido declarada ilegal por el Parlamento y el Tribuna Supremo. Al llegar a San José, dijo que seguía siendo presidente constitucional de Honduras. “No pedí asilo aquí. Estoy secuestrado, esto fue un secuestro. Quiero pedirle a la comunidad internacional que pelee por la democracia en Honduras que es pelear por ellos mismos. Dieron un golpe sólo porque un presidente quería hacer una consulta”.

Cuatro comandos de unos 200 soldados rodearon la residencia del mandatario antes de penetrar por la fuerza. Según un testigo que vive cerca, la tropa llegó poco antes de las seis de la mañana. Los militares realizaron cuatro disparos para intimidar. Eduardo Reina, secretario privado de Zelaya, dijo que “un nutrido contingente militar sacó al presidente y se lo llevaron, hubo choques con la guardia personal, con tiros, pero no se produjeron víctimas».

El presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D’Escoto, convocó para mañana una sesión plenaria con los 192 países de Naciones Unidas para tratar la situación de crisis política que vive Honduras tras la deposición de Zelaya.

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