La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidió hoy que se mantenga el esfuerzo en materia de integración de trabajadores inmigrantes pese a la crisis económica, al tiempo que preconizó políticas a largo plazo para la gestión de los flujos migratorios.
«Retrasar o reducir las medidas de integración en periodo de retroceso de la coyuntura económica puede tener consecuencias negativas a largo plazo para la integración de los inmigrantes y la cohesión social», indicó la organización en su informe sobre «Perspectivas de las migraciones internacionales».
Los trabajadores inmigrantes son los más afectados por la crisis, puesto que están muy presentes en sectores sensibles a los cambios económicos, sus contratos tienen menos seguridad, ocupan mayoritariamente puestos de baja cualificación y están confrontados a una mayor discriminación en la contratación, indica el texto.
Todos esos motivos provocan que la tasa de paro sea mayor entre los trabajadores inmigrantes que entre los autóctonos.
Además, los inmigrantes que llegan en periodo de recesión tienen más problemas de integración en el mercado laboral.
Ante eso, la OCDE recomienda a los Gobiernos de sus países miembros que mantengan los programas de integración, redoblen los esfuerzos para luchar contra la discriminación y presten atención para que las medidas para reducir el paro beneficien a los nuevos trabajadores, incluidos los inmigrantes.
En este sentido, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, señaló que «la inmigración no es un grifo que se pueda abrir o cerrar a voluntad» y que incluso en momentos de crisis «las penurias de mano de obra no desaparecen».
Por eso, pidió a los Gobiernos que «se aseguren de que los inmigrantes no están confrontados a un aumento de las reacciones xenófobas y que las prácticas discriminatorias no agraven más una situación ya difícil».
«La igualdad de oportunidades no es un principio que se pueda aplicar sólo en periodos de prosperidad», agregó.
Gurría aseguró que los Gobiernos que sean capaces de adoptar medidas de control de la inmigración a largo plazo durante la recesión económica «estarán mejor armados para valorar la migración laboral y movilizar las cualidades de los inmigrantes para apoyar el retorno del crecimiento económico y de la prosperidad».
La crisis económica ha provocado un retroceso de los flujos migratorios, incluida la inmigración irregular, precisa el informe.
Los Gobiernos han reducido los cupos de entrada de extranjeros de forma regular y ha reducido la lista de oficios en los que se necesitan trabajadores inmigrantes.
Sin embargo, el informe señala que la restricción de la inmigración ilegal puede conducir a medio plazo un mayor desarrollo de los tráficos ilegales.
«Durante una recesión, las medidas que persiguen controlar la inmigración no discrecional, sobre todo, la reagrupación familiar, pueden tener efectos no deseados en la inmigración clandestina o en la integración de inmigrantes», señala el texto.
El informe también pide que se ayude a los países menos desarrollados, origen de la mayor parte de los inmigrantes, puesto que reciben menos aporte de divisas de sus inmigrantes.
La OCDE señaló, asimismo, que «la imagen de la migración internacional se ha degradado en numerosos países en los 20 últimos años, tanto por la progresión de ciertos movimientos migratorios que los Gobiernos han tenido problemas para controlar como por las dificultades de integración».
«La recesión mundial actual y el fuerte aumento del paro en los países de la OCDE agravarán la situación», avisa el texto.
Al tiempo, la organización señala que «los resultados en términos de integración obtenidos por los inmigrantes llegados en los 30 últimos años se han deteriorado, al tiempo que los de los hijos de los inmigrantes, incluso cuando estos últimos han nacido y se han formado en el territorio del país de acogida».
El texto señala que «la necesidad de controlar las migraciones laborales no desaparece con el freno de la economía» y agrega que, cuando la crisis se supere, «lo que amenaza con llevar mucho tiempo», los «flujos migratorios volverán a desarrollarse con vigor».