Grupo a favor de Micheletti le expresa su apoyo en Costa Rica

Un grupo de hondureños a favor del presidente en ejercicio, Roberto Micheletti, acudió ayer a Costa Rica para manifestar su apoyo al nuevo Gobierno en una jornada en la que se inició un diálogo entre las partes que protagonizan la crisis política en ese país.

Micheletti se reunió con el presidente costarricense y mediador en el conflicto, Óscar Arias, para intentar encontrar una solución pacífica a la crisis política que vive el país desde el pasado 28 de junio, cuando el ejército derrocó al gobernante Manuel Zelaya.

Al final del día ambas partes acordaron nombrar una comisión que mantendrá abierto el diálogo con el mediador en busca de una salida pacífica al conflicto.

Federico Álvarez, de la Unión Democrática Civil de Honduras y ex presidente de el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), declaró a Efe que fueron a Costa Rica para apoyar «un proceso de mediación que represente a la sociedad civil y poder dar nuestra visión del contexto en el que el presidente Manuel Zelaya salió del país».

Álvarez, quien ve con buenos ojos el proceso de mediación que se inició hoy en Costa Rica, señaló que en un «diálogo ninguna de las dos partes se puede sentir vencedora, sino que ambas tiene que ceder hasta donde marcan los límites de la Ley».

También indicó que el depuesto presidente Zelaya «tuvo un cambio radical en sus formas políticas desde el momento en que decidió unirse a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) e intentó instaurar en Honduras un régimen como el de Venezuela».

En este sentido, destacó que la lucha de Honduras «no es contra Zelaya, sino contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se oculta detrás de los líderes populares».

«La presencia de Chávez se siente fuertemente en Honduras y nosotros queremos una negociación con el ex presidente Zelaya, pero no con un representante del ALBA», dijo el hondureño.

Álvarez aseguró que la consulta que quería hacer Zelaya era «ilegal», por lo que los militares lo sacaron del país, en vez de ponerlo en la cárcel, «lo que habría provocado un baño de sangre en Honduras».

Argumentó que a pesar de lo que piensa la comunidad internacional, «en Honduras no ha habido un golpe de Estado porque los militares no han asumido el poder, no ha habido cambios legales y se nombró como sucesor de jefe de Estado el que manda la Constitución cuando el presidente no puede asumir sus funciones» y que el mundo debe enterarse de esta realidad.

La posición de este grupo contrastó hoy con las protestas de centenares de personas que se manifestaron en contra de Micheletti, repudiaron su presencia en el país y criticaron al presidente costarricense por reunirse «con los golpistas».

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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