El presidente boliviano Evo Morales acusó al Comando Sur de E.U. de estar detrás de los hechos en el país centroamericano y dijo que «la estructura del imperio sigue vigente» pese a la llegada de Barack Obama.
Morales, de visita en Uruguay, acusó al Comando Sur de Estados Unidos de estar detrás del golpe de Estado en Honduras, y dijo que «la estructura del imperio sigue vigente» pese a la llegada de Barack Obama.
«Quiero decir que lo que el año pasado tenía que pasar en Bolivia, un golpe civil, ahora está pasando en Honduras. Es una agresión, una provocacion del imperio», aseveró Morales al finalizar su viaje a Montevideo.
«Tengo información de primera de que el imperio, mediante el Comando Sur de Estados Unidos, hace el golpe de Estado en Honduras», afirmó.
«El imperio contra el pueblo. Y los pueblos históricamente derrotaron a los imperios, distintos imperios», dijo el mandatario boliviano en rueda de prensa, quien llamó a «reflexionar cómo se vive en las dictaduras».
Morales y su par uruguayo Tabaré Vázquez manifestaron en un comunicado conjunto su «apoyo a la institucionalidad democrática» en Honduras, «al legítimo gobierno del señor presidente José Manuel Zelaya Rosales», y expresaron que «no reconocen a ninguna otra autoridad surgida de la situación de ruptura del orden constitucional en dicho país».
Morales afirmó que «tal vez no conoce (el presidente estadounidense Barack) Obama, pero la estructura del imperio sigue vigente».
Asimismo, lamentó que «la cooperación de Estados Unidos siempre (está) condicionada, condicionada a privatizar los recursos naturales, a implementar un modelo neoliberal. Hasta los créditos que vienen del Fondo Monetario Internacional (están) condicionados a aplicar el modelo neoliberal».
«Lamento mucho decir que el gobierno de Estados Unidos nos quita las preferencias arancelarias observando la nueva Constitución política del Estado boliviano, observando la nacionalización de los hidrocarburos y tantos temas», dijo, y añadió que «antes, Bolivia recibía por gas 300 millones de dólares al año, ahora estamos con 2.000 millones de dólares al año. No nos asusta».