El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, pidió al depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, que tenga paciencia, después de que este último dijera que abandonará las negociaciones con el gobierno interino de Roberto Micheletti si no es restituido en su cargo en los próximos días.
«Por supuesto, yo entiendo el deseo del presidente Zelaya de regresar e instalarse como presidente lo más pronto posible, pero la experiencia me dice que hay que tener paciencia», dijo a los periodistas Arias, quien está actuando como mediador entre Zelaya y Micheletti
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Con el auspicio de Estados Unidos, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) el presidente costarricense intenta buscar una salida a la crisis abierta el pasado 28 de junio después de que Zelaya fuera sacado del poder en un golpe de Estado.
Arias confirmó que las delegaciones de ambas partes han sido convocadas para retomar el diálogo el sábado en San José, capital de Costa Rica.
Según le dijo a BBC Mundo Estevan Arrieta, del departamento de prensa de la presidencia costarricense, este martes representantes de Micheletti y Zelaya se reúnen con delegados de Arias para negociar los detalles de esa próxima reunión.
«Están allanando el camino para tratar que las dos comitivas estén presentes en San José (el sábado)», dijo Arrieta, quien explicó que esperan poder confirmar la celebración de la reunión en las próximas horas.
En referencia al ultimátum de Zelaya, este martes, el Departamento de Estado de EE.UU. pidió que no se pongan «plazos artificiales» a las negociaciones.
«Las partes deberían darle tiempo a este proceso. No colocar un plazo artificial. No decir ‘si tal cosa no sucede en cierto tiempo, entonces el diálogo está muerto'», dijo el portavoz Ian Kelly.
La Casa Blanca promueve la opción negociadora como manera de reducir la influencia que habían venido tomando en el desarrollo de la crisis hondureña gobiernos como el de Cuba, Nicaragua y Venezuela, el último de los cuales llegó a sugerir una intervención armada para restablecer a Zelaya.
Sin embargo, Chirinos afirma que en círculos diplomáticos estadounidenses se reconoce que el tiempo confabula contra esa vía de diálogo y que de no producirse resultados en un plazo de tiempo corto, podría terminar favoreciéndose la vía dura que promueven esos gobiernos latinoamericanos.
La semana pasada, en la primera fase del diálogo celebrada en San José entre representantes de Zelaya y Micheletti no se alcanzaron acuerdos concretos para solventar la crisis hondureña.
Mientras los representantes del mandatario depuesto insisten en que cualquier solución pasa necesariamente por su restitución inmediata como presidente, los de Micheletti sostienen que las instituciones hondureñas actuaron ajustadas a derecho y que el presidente interino debe permanecer en el cargo hasta los comicios de noviembre.