Reporteros sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades federales y estatales de México que averigüen los móviles e identifiquen a los autores de los asesinatos de Martín Javier Miranda Avilés, reportero del diario Panorama y corresponsal de agencia informativa y de análisis Quadratín, quien apareció muerto el 12 de julio de 2009 en su domicilio de Zitacuaro (Estado de Michoacán, Sudoeste); y de Ernesto Montañez Valdivia, editor del periódico local Enfoque del Sol de Chihuahua, asesinado a balazos el 14 de julio en Ciudad Juárez (Norte).
La Organización envía su más sentido pésame a las familias de las víctimas, así como a sus colegas. Pedimos que, en ambos casos, cuyas circunstancias y motivos no se conocen bien todavía, se efectúen investigaciones en profundidad. Lo asesinatos se han producido en dos regiones que se encuentran entre las más expuestas a la guerra de los carteles, y a la ofensiva federal contra el narcotráfico. En este marco, el asesinato de un periodista va más allá de la venganza premeditada contra una persona. Es un medio para aterrorizar a toda la prensa, y a los ciudadanos. Por eso debe tenerse en cuenta la hipótesis profesional.
Ernesto Montañez Valdivia cayó en la emboscada que le tendieron unos desconocidos armados cuando circulaba en coche con su hijo de 17 años, quien resultó gravemente herido en el cuello y fue trasladado al hospital en estado crítico. Su automóvil llevaba la mención «Prensa 2007» y el nombre de la revista, El Enfoque del Sol de Chihuahua. Según el diario nacional Milenio, tan solo en el mes de junio el Estado de Chihuahua fue escenario de 325 ejecuciones extrajudiciales.
Martín Javier Miranda Avilés apareció en su domicilio, asesinado de dos puñaladas por la espalda. Se desconoce el móvil del crimen. Sus colegas han dicho que recibió amenazas recientemente, aunque de momento se inclinan por creer que se trató de un crimen pasional. El periodista solo se dedicaba ocasionalmente a la nota roja. Sin embargo, los dirigentes de Panorama no excluyen que pudiera tratarse de alguna forma de represalia contra el periódico. A unos vendedores les atacaron quince días antes, en el momento en que distribuían una edición que incluía la detención de un policía en posesión de armas y droga.
El asesinato de Martín Javier Miranda Avilés se produjo el mismo día en que fue capturado Arnoldo Rueda Medina, uno de los padrinos de «La Familia», el temible cartel de Michoacán. Su detención generó una explosión de actos de violencia, y entre ellos el ataque al puesto de policía de Zitacuaro.