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El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, indicó hoy que el próximo sábado o el domingo llegará a la frontera de Nicaragua con su país, para tratar de ingresar acompañado de los compatriotas que se sumen a su caravana.
«Vamos despacio, invitando hondureños para llegar con un fuerte contingente de hondureños que nos acompañen», dijo Zelaya a la cadena argentina de televisión Todo Noticias (TN).
Sus declaraciones a TN parecen indicar un retraso en sus planes de regreso, pues este miércoles había informado en una rueda de prensa de que hoy iba a viajar al norte de Nicaragua y mañana, viernes, iba a estar en la frontera de ese paíus con Honduras.
El depuesto mandatario sostuvo que hoy emprenderá viaje desde la capital nicaragüense hacia «otro municipio» para luego desde allí iniciar el trayecto hacia la zona fronteriza de Honduras.
«Temor no he tenido, pero sé que hay amenazas de que al llegar me van a disparar. Me han dicho que no lo haga porque ellos (quienes lo expulsaron del país el 28 de junio) están dispuestos a hacerlo», manifestó Zelaya.
Ratificó además que tiene «todo el derecho» a «atender el mandato» que le ha dado «el pueblo en las urnas» y consideró que «ni el pueblo de Honduras ni la comunidad internacional está apoyando» el golpe de Estado en su país.
«Ellos sólo están apoyados por los rifles», aseguró.
En tanto, sindicalistas del sector público, maestros y activistas del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado de Honduras cortaron hoy varias carreteras en el marco de una huelga para exigir el regreso de Zelaya.
El movimiento social que exige el retorno del depuesto mandatario mantiene movilizaciones desde el 28 de junio pasado, cuando los militares expulsaron a Zelaya del Gobierno y del país, y el Parlamento le destituyó y designó en su lugar a Roberto Micheletti, hasta ese día jefe del Legislativo y ambos del gobernante Partido Liberal.
Los seguidores del depuesto presidente prevén movilizarse hacia una zona fronterizo con Nicaragua para recibirlo tras el fracaso de la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para hallar una salida al conflicto.
Zelaya vaticinó días atrás que su «entrada en Tegucigalpa va a ser apoteósica».