El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, cuestionó hoy que Estados Unidos ya no utiliza el término «golpe de Estado» ni se mantiene «firme» contra quienes lo derrocaron el 28 de junio pasado.
«Lo que espero de los Estados Unidos es que sean fuertes y reacios, y además que aclaren su posición frente al Gobierno golpista, porque en las últimas declaraciones he visto que ha desaparecido el término ‘golpe de Estado’, cuando al principio lo usaron», dijo Zelaya en declaraciones a la prensa en Ocotal (Nicaragua), transmitidas por radio Globo de Tegucigalpa.
El término «golpe de Estado», afirmó Zelaya, «lo usó directamente el propio presidente Barack Obama», de quien dijo: «siento que la posición de Obama es firme».
«La posición de la secretaria (de Estado, Hillary) Clinton al principio fue firme; ahora siento que ya no está realmente denunciando ni está actuando firmemente contra la represión que está sufriendo Honduras», manifestó el depuesto presidente hondureño.
Clinton ha invitado a Zelaya a reunirse en Washington el próximo martes para dialogar sobre la crisis en Honduras.
Zelaya agregó que «Clinton debe solidarizarse con Xiomara (Castro, su esposa), que es una primera dama que está sentada frente a las bayonetas» de militares y policías «que están reprimiendo a mi familia y que no la dejan circular a la frontera».
La familia de Zelaya y un grupo de sus seguidores están desde el viernes en un retén a unos 12 kilómetros del puesto aduanero de Las Manos, en la frontera con Nicaragua, por donde él ingresó brevemente ese día a territorio hondureño, para volver a Ocotal.
«La secretaria Clinton debe denunciar la represión, la violación de los derechos humanos, de la libertad de prensa, todas las persecuciones, los allanamientos sin orden judicial y al mismo tiempo las capturas, las personas que están siendo reprimidas a nivel nacional», insistió Zelaya.
Clinton, añadió, debe «darse cuenta que con aprobación de muchos círculos muy negros en el poder de las derechas norteamericanas, que ya sacaron la cara, incluyéndose senadores, está este golpe manteniéndose allí».
Recordó que Clinton «me ha apoyado» y sugirió el plan del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para buscarle una salida al conflicto causado en Honduras por su derrocamiento, pero «que no funcionó, que fracasó, precisamente porque no hubo consenso de parte de los golpistas».
Zelaya reiteró que «Clinton debe ser más fuerte con los golpistas y los tiranos, para que todo el mundo mantenga el concepto que Barack Obama le ofreció al mundo, un concepto de unos Estados Unidos demócratas hacia afuera y hacia adentro, y respetuosos de los derechos humanos».
Tras el derrocamiento de Zelaya por parte de los militares, el Parlamento designó en su lugar a Roberto Micheletti, hasta el 28 de junio jefe del Legislativo, y quien adviertió de que el depuesto mandatario será detenido si regresa al país porque tiene orden de captura.