Michael Jackson ha dejado un legado musical inédito mayor de lo pensado en un primer momento. El cantante guardaba alrededor de un centenar de canciones en unos discos duros informáticos que tenía en su casa, según indica el representante del músico, Frank DiLeo. Parece ser que su hermana LaToya se adueñó de ellos tras la muerte del artista.
DiLeo ha explicado que entre las canciones inéditas, muchas de la década de 1980, están algunas de las excluídas del disco Bad (1987). Además, contendría temas grabados con artistas como Ne-Yo, Akon, y Will.i.am de los Black Eyed Peas (cuyo portavoz ha dicho que el cantante no tiene ningún duplicado de su trabajo con Jackson).
Los discos estaban en la mansión alquilada de Holmby Hills, California, donde Jackson murió repentinamente en junio. Horas después, la familia acudió a la casa para reclamar todo su contenido, y LaToya se hizo con los discos, según indica Rolling Stone.
DiLeo ha declarado que estaba bastante seguro de que los discos duros estaban en el complejo Hayvenhurst que la familia tiene en Encino, California.
«Los abogados enviarán cartas» para recuperar los discos y para que los contenidos puedan añadirse (al patrimonio), añadió DiLeo. Un e-mail enviado al representante de LaToya Jackson no ha obtenido respuesta y tampoco ha estado disponible ningún portavoz de la familia.
«Llegaron y se llevaron todo», ha dicho DiLeo en el número de la revista que saldrá el viernes. «Pensaron que Michael era el dueño de todo, así que se llevaron hasta muebles alquilados. ¿Y esos son los que van a controlar su patrimonio?», agregó.
Jackson dejó en su testamento un 40% de su patrimonio a su madre, Katherine, de 79 años, que quiere un mayor control y que desconfía de los dos abogados que supervisan los negocios del difunto cantante.