Los problemas derivados de la falta de importación pueden llevar a que Cuba tenga serios problemas para suministrar papel higiénico para todos sus ciudadanos antes de finales de año. A raíz de la crisis económica, la isla, que importa un 60% de los alimentos que consume, ha visto caer dramáticamente sus fuentes de ingresos como el turismo.
El presidente Raúl Castro advirtió la semana pasada que el régimen cubano se ha visto obligado a reducir importaciones y renegociar deudas con proveedores extranjeros.
El Gobierno cubano ha anunciado rebajas en los precios de 24 productos básicos vendidos en moneda dura para atenuar el impacto de la crisis económica en la población, al tiempo que ha advertido que el papel higiénico puede falta antes fin de 2009.
De hecho, el diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista, ha dado a conocer este viernes que el primer vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado, admitió que la isla ha visto agudizada su crónica depresión económica por la crisis financiera global, así como por los daños, por 10.000 millones de dólares, que causaron tres huracanes en 2008.
Las reducciones en los precios en moneda dura de alimentos y productos de higiene aplicadas oscilan entre 5,4 y 27 centavos de dólar. La prevista reducción de las importaciones en más de un 20 por ciento este año es visible en las estanterías semivacías de algunos supermercados.
Los cubanos tienen una libreta de racionamiento a través de la cual reciben una serie de alimentos fuertemente subsidiados por el Estado, suficiente para unas dos semanas. El resto de los productos son vendidos en tiendas en moneda dura creadas a mediados de la década de 1990 para recuperar las remesas enviadas por los emigrantes de Estados Unidos y donde los precios tienen a veces un recargo superior al 200%.
El Estado cubano dice que el embargo comercial de Estados Unidos y la contracción del mercado de crédito encarecen sus importaciones.