Rafael Correa, presidente de Ecuador, durante la ceremonia de investidura como presidente para un nuevo periodo de cuatro años, ha asegurado que respeta la prensa libre e independiente, pero que hay «excesos» de ciertos medios de comunicación.
El presidente ha sugerido tomar medidas de control para frenar esta situación y ha pedido a los gobernantes de la región que apoyen su propuesta.
Ante una decena de mandatarios invitados, la mayoría latinoamericanos, Correa dijo que en su país hay empresas informativas que «muchas veces no buscan la libertad de expresión sino, tan solo, la libertad de extorsión y manipulación».
«Coincido plenamente con quienes sostienen que la vigencia de la democracia exige medios de información libres, independientes y críticos, pero una cosa es la existencia de medios dotados de esas características y otra muy distinta la suplantación de la opinión pública por los intereses privados» de estas empresas, añadió.
El jefe del Estado ecuatoriano opinó que en su país, ciertos medios de información han jugado «un claro rol político, aunque sin ninguna legitimidad democrática».
Esos medios aseguran que Correa es un enemigo de la prensa crítica a su gestión, ante lo que el mandatario replicó que «se equivocan. Estamos contra la prensa mediocre y corrupta».
El presidente ha mantenido una permanente confrontación con varios medios de comunicación desde su inicio en el Gobierno en enero de 2007, acusándole de ir en contra de la prensa crítica a su Gobierno.