Unos 75 emigrantes han muerto por hambre y sed en su intento de arribar a la isla italiana de Lampedusa, después de que su patera navegara a la deriva durante 20 días. La embarcación ha sido interceptada a primera hora de la tarde de este jueves por guardacostas italianos 12 millas al sur de la isla, el punto geográfico más meridional del país, es la principal puerta de entrada italiana de la inmigración sin papeles.
Se trata del tercer desembarco de inmigrantes registrado en menos de 24 horas en la isla italiana, después de la llegada de una embarcación con 45 varones en otra embarcación y de una barca con cinco tunecinos.
Los supervivientes eritreos, una mujer, un niño y tres varones adultos, explicaron a los servicios sanitarios que les atendieron a su llegada a Lampedusa que partieron de Libia hace una veintena de días y que arrojaron los cadáveres al mar. Afirmaron que muchos murieron al beber agua del mar.
La policía italiana no ha podido verificar con absoluta certeza el testimonio de los supervivientes, pero le da credibilidad. Cuatro cadáveres que podrían pertenecer a viajeros de la embarcación han sido hallados por las autoridades de Malta. Dos de los supervivientes están ingresados con grave estado de salud.
Italia ha endurecido a principios de este mes la legislación de inmigración, tipificando como delito entrar en el país de manera ilegal. Sin embargo, esto no parece haber tenido un efecto disuasorio. Cada mes cientos de inmigrantes africanos arriban a las costas italianas a pesar del serio riesgo para sus vidas.