Un 66 por ciento de los bolivianos cree que en su país hay más racismo que antes, aunque una gran mayoría no reconoce que en sus acciones propias haya discriminación, según los resultados de una encuesta publicada por el diario La Razón.
El sondeo fue realizado por la empresa Ipsos, Apoyo, Opinión y Mercado a 2.188 personas, entre el 8 y el 20 de julio pasado.
Según el estudio, un 66 por ciento percibe que el racismo ha aumentado en el país, contra un 32 por ciento que lo niega.
En cambio, un 88 por ciento rechaza que en su actitud haya actos de racismo, contra un 11 por ciento que admite ser «algo racista».
Además, 58 por ciento considera que los bolivianos que viven en La Paz, sede del Gobierno, son «algo racistas»; en tanto que un 56 por ciento piensa que los habitantes de Santa Cruz, la ciudad más rica del país, son «muy racistas».
Al analizar las razones del aumento de la discriminación, el estudio señala, entre otros, que un 11 por ciento percibe que se debe a que se «acrecentó el odio entre collas y cambas», es decir entre la población de origen indígena de occidente y la blanca mayoritaria en oriente.
Un 10 por ciento le achaca al Gobierno de Evo Morales la causa del mayor racismo porque cree que en sus políticas generó una distinción entre occidente y oriente, y un 7 por ciento sostiene que el Ejecutivo generó «odio» entre razas y clases sociales.
La Defensora del Pueblo en funciones, Rielma Mencías, comentó al matutino que la encuesta muestra que la sociedad se tornó más discriminadora que antes, pero que no se reconoce como tal.
«Esto implica que uno percibe la discriminación, pero no reconoce que discrimina», insistió.
Según el diario, en las próximas dos semanas el Congreso boliviano puede debatir un proyecto de ley para castigar hasta con seis años de cárcel a quienes incurran en actos de discriminación.