El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, concluyó ayer su visita oficial de tres días a China con una rueda de prensa en la que elogió las relaciones «modélicas» entre los dos regímenes socialistas y señaló al país asiático como «un aliado natural del Tercer Mundo«.
«Las relaciones chino-cubanas son un modelo de lo que deberían ser los lazos bilaterales en el mundo difícil en el que vivimos», señaló el canciller en una de las primeras ocasiones en las que un político cubano de visita en Pekín ofrece una rueda de prensa ante los medios de comunicación chinos y extranjeros.
Rodríguez Parrilla calificó el viaje de «exitoso y fructífero, con intercambios profundos y sinceros», aunque aclaró que no se firmaron acuerdos bilaterales, ya que sí los hubo ayer, miércoles, en La Habana aprovechando la visita a la isla del presidente del Legislativo chino, Wu Bangguo.
El responsable de la diplomacia cubana calificó a China como «un país solidario y respetuoso con el Tercer Mundo», y destacó el valor estratégico de las relaciones con el gigante asiático para una isla pequeña como la cubana.
Rodríguez Parrilla se reunió en Pekín con su homólogo Yang Jiechi, con el vicepresidente Xi Jinping, con el consejero de Estado Dai Bingguo y con el director del departamento de relaciones internacionales del Partido Comunista de China, Wang Jiarui.
También pronunció un discurso en la Academia China de Ciencias Sociales en el que defendió el socialismo como «el único sistema viable en Cuba».
La visita se ha producido en un año importante para los dos regímenes comunistas, dado que el cubano celebra el 50 aniversario de su Revolución y el chino seis décadas de la proclamación de la República Popular por Mao Zedong.
Rodríguez Parrilla también recordó que el año que viene se celebra el cincuentenario de los lazos entre ambos países, establecidos el 2 de septiembre de 1960 de una curiosa manera que el canciller relató a los periodistas chinos:
«Ese día, más de un millón de personas se concentraron en la Plaza de la Revolución para escuchar a Fidel Castro, y allí mismo sometió a consulta popular si establecer o no relaciones con China. (…) Levantó la mano un millón de personas», contó.
Rodríguez Parrilla también recordó que en 1993, cuando muchos preveían la caída del régimen cubano por un efecto dominó tras colapsarse la URSS y por las dificultades económicas, «el único líder extranjero que visitó la isla fue el compañero Jiang Zemin (entonces presidente chino)».
Los reporteros chinos se interesaron en la rueda de prensa por la salud de Fidel Castro, a lo que el canciller respondió que el líder cubano «se encuentra en buen estado de salud y forma física».
«Es un estudioso activo de los aconteceres del mundo actual, publica sus opiniones al respecto, y sigue ejerciendo un liderazgo político y moral en Cuba», añadió.